El turismo de cruceros se ha convertido en clave para el sector turístico de la ciudad, ya que se calcula que generará unos 37,1 millones de euros durante 2014, recuperando una parte de lo que se perdió en 2013 por el descenso de la afluencia de pasajeros. Este cálculo se hace a partir de un desembolso medio de 60 euros por crucerista que hace escala y de 120 euros cuando sale desde la ciudad, ya que suele incluir una noche de hotel. Los estudios del Patronato de Turismo y la Autoridad Portuaria de Málaga muestran que el 80% del pasaje se queda en la ciudad, gastando el 55% de esta inversión en el comercio y la restauración. No obstante, los datos están lejos de lo que se movió en 2011 y 2012 al caer los barcos con base en Málaga.