Los trabajadores de Isofotón valoraron como «el último hachazo» el auto del Juzgado Mercantil número 2 de Málaga por el que -con fecha de ayer mismo, 14 de enero- se ha acordado la extinción efectiva de los contratos de los 297 empleados que quedaban en la empresa. Tan sólo una veintena permanecerá en la firma hasta finales de mes para realizar tareas de contabilidad, mantenimiento e inventario. Según explicó el delegado de CCOO en Isofotón, Juan Carlos Martín, a falta de ir recibiendo las cartas de despido, se empezará ahora a preparar la documentación para solicitar el desempleo.

Según Martín, el objetivo es poder empezar a cobrar el paro en febrero, aunque por el volumen de despidos y el poco plazo de tiempo, puede que una parte tenga que esperar a marzo.

Los despidos se han realizado

conforme al acuerdo firmado por los representantes de los empleados, los abogados de la firma y los administradores concursales el pasado 23 de diciembre.

La plantilla, que lleva desde septiembre sin cobrar las nóminas, tiene también el compromiso de los administradores concursales de tener disponibles en unas tres semanas los certificados de lo que se les adeuda en salarios e indemnizaciones para poder presentarlos ante el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que se hará cargo de una parte (1.000 euros por persona y año). El plazo para acceder al cobro de esta cantidad podría ser de unos cinco o seis meses.

«Todos teníamos fecha de caducidad en Isofotón. La gente estaba ya harta porque no se le veía salida; la única solución era irse a la calle, aún a sabiendas de que el mercado laboral está fatal. Es lo que esperábamos, es una lástima todo lo que ha pasado aquí, no sabemos cómo se ha podido llegar a esto siendo la fábrica que era, cuando a finales de 2007 llegó a tener 1.150 personas trabajando», dijo Martín, que criticó la falta de control sobre las ayudas que concedió la Junta de Andalucía a la empresa.

«No se puede hacer peor. Nadie sabe nada de dónde está, ni nadie pide responsabilidades de lo que se ha hecho con ese dinero que era para el mantenimiento del empleo. Aquí todo el mundo ha mirado para otro lado, han esperado a que estuviéramos muy cansados y sin dinero para subsistir», afirmó.