La calle Mármoles no será la misma a partir de la semana que viene. La crisis económica se cobra otra víctima: esta vez se trata de Tejidos Liranzo, el histórico negocio fundado por Manuel del Pino en 1960 y que ahora regentaba su hija Carmen. Esta tienda, por ejemplo, protagonizó parte del rodaje de El Camino de los Ingleses, la película dirigida por Antonio Banderas y basada en la inolvidable novela de Antonio Soler. La decisión ha sido difícil, pero las matemáticas mandan: «No es cuestión de poder seguir, se trata de que para mantener abierto un negocio hace falta mucho dinero y si no entra no se puede seguir».

Carmen del Pino asegura que la decisión se ha tomado tras una reunión entre los cuatro hermanos y que ha sido difícil: «Todo se debe a la crisis, ha bajado mucho la venta», explica. La lógica económica se impone al futuro de un comercio prometedor desde su nacimiento, en 1960, en pleno desarrollismo franquista y en una zona comercial, la de calle Mármoles, que ya por entonces empezaba a hacerle una severa competencia al Centro Histórico.

Manuel del Pino, explica Carmen, era comerciante y de los buenos. Iba con una canasta y vendía telas y tejidos casa por casa. Era un tipo de fiar, de los que miraban a los ojos y daban un fuerte apretón de manos para cerrar una venta. Todo el mundo le tenía aprecio. Sabía negociar y era bueno en lo suyo. «Él iba vendiendo por las casas, antes se vendía así: luego, a los días, se iba al domicilio a cobrar». En ese momento, a finales de los cincuenta, surgen las tiendas para sustituir al vendedor de siempre. Y Del Pino, como un profesional avezado y atento a la lógica de su tiempo, decidió sumarse a la nueva ola y en 1960 abrió Tejidos Liranzo.

Al principio, sólo se vendían tejidos y tela, pero el negocio creció y se diversificó gracias a la visión comercial de Manuel: «En los años setenta metió la ropa de confección, y en los ochenta la perfumería. Fue ampliando poco a poco». Y así seguía hoy: ropa y perfumería en el número 24 de la calle Mármoles.

Su hija Carmen se hizo con el negocio hace una década porque estaba sin trabajo. Fue un golpe de suerte. O una elección del destino. Es un comercio con mucho encanto que sobrevivió a su creador: Manuel falleció el pasado verano con 83 años. En 2005 Antonio Banderas pensaba llevar la novela El Camino de los Ingleses, de Antonio Soler, al cine. Y en ella tenía un protagonismo importante una tienda de tejidos, por eso el actor y director llamó a Manuel del Pino y Liranzo acogió buena parte del rodaje del filme.

«Recuerdo que la película transcurría en verano, pero se rodó en invierno, a finales de enero y principios de febrero, y los actores, que vestían ropa de verano, se metían en la tienda muertos de frío en cuanto paraban de rodar», relata Carmen con sorna.

El local es alquilado y hay muchos vecinos de la zona que no se creen que en breve vaya a cerrar. Tan pronto como la semana que viene. «Nos piden que no lo hagamos, pero no se puede seguir», dice. Uno de los secretos del local es que sigue manteniendo la estética y el aire romántico de los sesenta y los setenta, por eso lo eligió Antonio Banderas y por eso tiene tanto encanto.

«Conservamos la estética antigua: ahora se llama vintage. Los escaparates, por ejemplo, llegan hasta el suelo, y nosotros seguimos conservando los de antes, que arrancan en la cintura del cliente y son muy altos. También tenemos vitrinas en ellos», subraya. Para el rodaje de la película tuvo que cambiar la decoración de los escaparates y poner «ropa antigua, para ambientar». La crisis se cobra otro referente comercial de los malagueños, sin misericordia, engullendo los sueños de otra familia que dio un aire tan peculiar a su negocio que el espíritu de su creador aún perdura y cuya historia no morirá en la memoria de muchos clientes. Tejidos Liranzo dice adiós tras 54 años con los mostradores abiertos en la Ciudad del Paraíso.