El colegio San Patricio no ha cometido delito al tratar al seguir tratando como un niño a un alumno escolarizado en este centro que se siente niña y cuya familia exige que sea tratada como tal. La fiscal andaluza de Violencia contra la Mujer y contra la Discriminación Sexual, Flor de Torres, ha archivado la investigación abierta para determinar si existía discriminación por identidad sexual en este caso. El secretario técnico de la Fundación Diocesana de Enseñanza, Francisco José González Díaz, tan sólo se ha limitado ha confirmar este hecho.

La fiscal considera que la actitud de este centro concertado no constituye delito. De ahí que, como ha publicado hoy El País, haya archivado la investigación que ella misma abrió en septiembre tras aceptar la identidad de este menor de siete años de edad con disforia de género. Incluso instó al colegio a promover unas actuaciones para respetar esta condición. La Delegación Territorial de Educación de la Junta, apoyándose en estas instrucciones, y solidarizándose con la familia del menor, también exigía al centro la puesta en marcha de una seria de medidas para evitar este presunto caso de discriminación sexual.

La Junta obligaba al San Patricio a adecuar la documentación interna del centro docente en aquellas situaciones en las que fuera necesario (listas de clase, carnet de estudiante, boletín informativo de notas), considerando el género con el que se siente identificado el alumno. También, que el profesorado se dirigiera al menor con el nombre acordado con la familia. E incluso aceptar la posibilidad de que le niño fuera a clase con el uniforme femenino.

El colegio aceptó algunas de estas exigencias. Llamaba al alumno por un nombre neutro, le permitía que fuera al baño de discapacitados para no tener que compartir el de los niños, pero, en ningún caso, admitió que pudiera asistir al colegio con falda.

Por este motivo, el consejero de Educación, Luciano Alonso, llegó a amenazar con retirar el concierto a este colegio, lo que provocó una reacción en cadena de los padres de los alumnos del centro, que se manifestaron en contra de esta decisión y en las últimas semanas, iniciaron una campaña a favor de San Patricio en las redes sociales.

El colegio siempre ha defendido que el menor está perfectamente escolarizado e integrado con sus compañeros y que no sufre ningún tipo de discriminación. Según González Díaz, "No se ha cometido ninguna infracción, por lo que es lógico el archivo". "En el colegio existe la más absoluta normalidad", insiste.