«El agua subirá lo que vale la mitad de un bollito de pan pequeño». Con estas palabras defendió en 2004 el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, la subida del agua en la capital por la entrada en servicio de la depuradora de El Atabal. Su máxima levantó entonces una polvareda política que tendrá su continuación, ya que ayer tarde declaró en los micrófonos de la Cadena Cope que es capaz de ducharse con 15 litros de agua. «Yo con 15 litros de agua me puedo duchar, hay que tener la costumbre de cerrar el grifo mientras uno se enjabona y luego abrirlo cuando se enjuaga», explicó el alcalde de Málaga para defender el nuevo sistema de tarifas del agua en Málaga capital.

Durante la entrevista, De la Torre insistió en que es posible un consumo moderado del agua y citó más ejemplos que él practica como no dejar el grifo abierto cuando se lava los dientes o se afeita. Consejos que asegura permitirán moderar el consumo.

Sin embargo, en la propia página web de Emasa se explica que el consumo medio para una ducha es de unos 50 litros, lo que significa que los malagueños que se duchen una vez al día se quedan a tan sólo 15 litros para saltar al segundo bloque (más caro) de la nueva tarifa del agua. Pero siguiendo los consejos que ayer relató el alcalde de Málaga, los ciudadanos aún tendrían un colchón de 35 litros para no pasar a nuevos bloques, más caros.

En este sentido, Francisco de la Torre volvió a insistir en que el nuevo sistema es «más justo y enormemente tranquilizador para todos» y apeló otra vez a «la satisfacción moral» de los malagueños para defender las bondades de la tarifa por habitante.

De la Torre incluso llegó a manifestar que debe ser visto con buenos ojos por «las personas mayores a las que les pudiera afectar negativamente y que ven con satisfacción cómo sus hijos y nietos, con familias más amplias, pueden tener la tranquilidad de que no están penalizados en su consumo». «Vivir en una ciudad en la que hay una situación justa en esta materia es mucho más satisfactorio», reiteró, a la vez que pidió «seriedad y responsabilidad» a la hora de hablar de esta materia. A juicio de De la Torre, «antes había familias numerosas a las que el sistema les penalizaba por ser más en número, no por consumir más agua, ahora quedará penalizado el que consuma más, y eso es lo justo».

De este modo, sostuvo que «tener un sistema más justo es un paso adelante enorme», y cargó contra los grupos de la oposición en el Ayuntamiento al decir que «descalificarlo le parece una irresponsabilidad increíble». «La oposición no está a la altura del reto que la ciudad tiene en esta materia», añadió.

Además, en palabras del alcalde, «siempre cabe moderar el consumo» para no tener un incremento en el recibo, ya que «ahora hay un estímulo más claro». «No tiene por qué haber perjuicio para aquel que se mantenga en el promedio -fijado en 112 litros-, y para el que tenga problemas económicos estaremos resolviéndolos», aseguró, matizando que «hay otros que no los tienen y parece que a la oposición eso le da igual».

En cuanto a las críticas vertidas sobre la cifra en la que se ha fijado la media de consumo -112 litros-, De la Torre explicó que «no es caprichoso», ya que es el punto en el que se sitúa el promedio de los malagueños. «Lo hacemos por el interés y el bien común, defendiendo que haya agua para todos, aún habiendo sequía, y que haya menos gasto energético», explicó.

Sin embargo, el gasto de agua que pide Emasa está muy alejado de los 142 litros de media nacional y de las cifras reales de consumo que aparecen en la propia web de Emasa. Según los datos de la empresa de agua que publicó este periódico el pasado martes, el consumo doméstico diario de agua de una persona en Málaga (ducharse, lavarse los dientes y las manos, tirar de la cisterna, beber, cocinar, fregar los platos y limpiar) sobrepasa con mucho los 112 litros que el Ayuntamiento fija por persona y día como un consumo responsable. Más aún: la propia empresa de aguas, Emasa, en su página web y en el apartado de Medio Ambiente, establece las siguientes cantidades a consumir para estos actos de limpieza diaria: fregar los platos, 30 litros; hacer la colada, 90 litros; lavar los dientes 5 litros; cocinar, 40 litros; beber durante un día 2 litros; tirar de la cisterna, 10 litros; darse un baño, 175 litros; y ducha, unos 50 litros. Esto supone que si el ciudadano no modera el consumo siguiendo, entre otras, las recomendaciones del alcalde, se pasaría a los bloques que más gravan el consumo de agua por lo que la factura sería más elevada.

Por otra parte, el equipo de gobierno del PP llevará al pleno de este mes una moción para que primero el Ayuntamiento y luego el consejo de administración de Emasa oficialicen el compromiso de devolver el dinero que los ciudadanos paguen de más por el nuevo sistema de tarifas por habitante siempre que el consumo no supere los 112 litros por persona al día fijado por el Ayuntamiento de Málaga.