El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y su edil de Urbanismo, Francisco Pomares, preparan una amplia remodelación en la Gerencia de Urbanismo que pasaría por los ceses de la jefa de Disciplina Urbanística, Teresa Domingo, y del responsable de Patrimonio, Amador López, entre otros, que se enmarcarían en una reestructuración del organismo con la eliminación de algunos departamentos y la ampliación de otros, según informaron ayer fuentes de la propia Gerencia a este periódico.

La remodelación se justificaría en la necesidad de una renovación de la Gerencia para dotarla de mayor eficacia y agilidad administrativa y de eliminar los conflictos que en los últimos meses han surgido y enfrentado a Urbanismo con determinados concejales y con la propia alcaldía en función de los tratamientos de determinados proyectos que han llevado al propio alcalde a aludir a la falta de coordinación entre Urbanismo y otras áreas municipales.

Los cambios directos de personas pasarían por el cese de la todopoderosa Teresa Domingo Ruiz de Mier, jefa del departamento de Disciplina Urbanística, uno de los pesos pesados de la Gerencia.

También sería cesado el jefe del servicio de Patrimonio, Amador López, con una dilatada vida profesional al frente de dicho departamento.

El cese de Teresa Domingo, a la que estas fuentes señalan como una prestigiosa profesional en su ámbito, se habría gestado en las últimas semanas tras los nombramientos de Francisco Pomares como concejal de Urbanismo y de José Cardador como gerente. Con su cese, el alcalde y el concejal dejan fuera de la primera línea a una persona «incómoda y con un trato difícil e intransigente tanto a nivel interno con la plantilla de su departamento como con los ciudadanos», señalan estas fuentes, que añaden el último caso de conflictividad entre los vecinos y la Gerencia por la manera de abordar la solución a los 160 expedientes abiertos a vecinos de la urbanización Villa Arenal por llevar a cabo sin permiso el cubrimiento de pérgolas o la ampliación de garajes.

Dichas fuentes aluden a las «fuertes tensiones en la plantilla de su departamento» por el trato de Domingo, que habría llevado a que al menos tres jefes intermedios se marcharan a otras áreas.

El cese del jefe de Patrimonio, Amador López, con buena reputación profesional y unos 25 años en el puesto, vendría impulsado por la justificación de la modernización de este servicio que es clave en todos los asuntos en los que interviene la Gerencia de Urbanismo y que necesitaría de un proceso de informatización y digitalización del que carece, ya que es uno de los pocos departamentos que aún funcionan con un proceso manual. Esto estaría generando retrasos en el proceso de información de datos.