El brote de hepatitis A detectado a finales de noviembre en Málaga ya cuenta con el primer ingreso hospitalario. Se trata de una mujer de 35 años que está infectada por este virus y que se encuentra en el Hospital Gálvez de la capital.

El delegado de Salud de la Junta de Andalucía, Daniel Pérez, señaló ayer que la mujer evoluciona favorablemente y que, de momento, no se tiene constancia de que esta paciente tenga relación con los otros 29 contagiados. Aún así, fuentes de Salud informaron a este periódico de que se estudia la posibilidad de que exista alguna conexión y destacaron que se están repitiendo las encuestas epidemiológicas para determinar cómo se ha producido la transmisión. En este nuevo caso se ha activado el protocolo de actuación, por lo que el entorno de esta afectada será vacunado.

Además de este caso, Salud Pública ha detectado, hasta la fecha, 29 casos de hepatitis A, trece de ellos en niños, en la zona de El Palo y la Cala del Moral como adelantó La Opinión de Málaga. Desde entonces se ha valorado a más de 600 personas entre contactos familiares y escolares, y vacunado a más de 400 para evitar y controlar la transmisión del virus. La Delegación de Salud ha reiterado a este periódico que no se trata de un brote comunitario ni escolar e insistió en que la situación está controlada. El jueves estas mismas fuentes no descartaban que surgieran nuevos casos, pues el periodo de incubación del virus es de entre 15 y 45 días.

Los primeros casos se diagnosticaron en adultos. A partir de ese momento, el servicio de Salud Pública activó el protocolo de vigilancia epidemiológica de la Junta de Andalucía para estudiar a esos primeros afectados y sus círculos más próximos para determinar si había más contagios. El Distrito Sanitario empezó a realizar analíticas de sangre para determinar si había más afectados, procediéndose a actuar cuando se diagnosticaron los primeros casos de hepatitis A entre menores. Hasta el momento, Salud ha confirmado que hay trece niños afectados y que han actuado en dos guarderías, una en La Cala y otra en la barriada de El Palo, y en cuatro colegios.

El protocolo que ha establecido la Delegación de Salud ha variado según el grupo de edad. A los menores de 45 años se les ha administrado la vacuna e inmunoglobulina, que los ha protegido hasta que la vacuna ha hecho efecto. A los nacidos antes de 1970 sólo se les ha aplicado la inmunoglobulina, que los ha protegido durante el periodo de riesgo e incubación.

A pesar de este ingreso hospitalario la delegación de Salud insiste en la levedad de los síntomas de esta enfermedad, no así como los que presenta la hepatitis B o C. Estos tienen qué ver con molestias gastrointestinales, fiebre, cansancio, dolor muscular, heces blancas y coloración en la orina. Además, cabe recordar que la transmisión de este virus no es por la sangre, sino que se hace de manera fecal-oral, por lo que el contagio se produce en relaciones estrechas y en hogares con niños.

«No cundió el pánico, solo querían saber»

El brote de hepatitis A ha afectado, de momento, a cuatro colegios y dos guarderías de la capital y de la Cala del Moral. La directora de uno de los centros, que ha pedido que se reserve el anonimato del mismo para evitar alarma social, explicó ayer a este periódico que en el mismo no ha habido alumnos contagiados. De este modo, señaló que un estudiante tenía un familiar -posiblemente un hermano- que había estado expuesto al virus, por lo que tanto él como sus compañeros han sido vacunados. En total, 25 niños de 5 años. Así, la directora del centro educativo señaló que fue informada por Salud a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Entonces, el departamento sanitario reunió a los padres para explicarles el protocolo a seguir. «Pero no cundió el pánico, los padres sólo querían saber».