De la mano del PSOE que les invitó a salir a la palestra para que hablaran públicamente, las tres grandes federaciones de vecinos, que reúnen a la práctica totalidad de asociaciones vecinales, así como a la asociación de Pensionistas y Jubilados, expresaron ayer su rechazo al nuevo sistema de tarifas del agua por su afectación «negativa a los hogares de una y dos personas que están sufriendo subidas importantes».

Los más críticos fueron los pensionistas. Su representante, Rafael Velasco, recordó que agrupan a unos 80.000 jubilados y dijo sentirse «muy preocupado pues el 75% tienen pagas muy bajas que apenas les dan para vivir. Hay dificultades grandísimas», por lo que reclamó un sistema que no agrave «las frágiles economías de los mayores».

De las tres grandes federaciones de vecinos, solo Cívilis expresó su respaldo al nuevo sistema, pero su presidente, Antonio Fuentes, dejó claro que «hay muchos mayores con un poder adquisitivo bajo y a los que una subida del agua, de la luz o del gas puede suponer la comida de un día. Por ello deben quedar excluidos de la subida del agua».

Los representantes de Unidad y de Solidaridad, Salvador Velasco y Antonio Vidal, rechazaron con contundencia el nuevo sistema, que a juicio de ambos «tiene sobre todo un afán recaudador y posibilitar que Emasa tenga más ingresos.

Concejales del grupo socialista, encabezados por su portavoz María Gámez, se reunieron ayer jueves con representantes de las federaciones de asociaciones de vecinos de la capital y del Consejo del Mayor, con el objetivo de informarles de las acciones emprendidas y aclarar dudas sobre el impacto de la subida del agua, al tiempo que les pidieron su apoyo para parar esta medida.

«Nos acercamos a los ciudadanos para explicarles el incremento y las distintas campañas que hemos iniciado como «Las ocho mentiras sobre la subida del agua», explicó Gámez , añadiendo que «le pedimos al alcalde que escuche a la calle y no gobierne de espaldas a los ciudadanos y evite episodios como los ocurridos en Burgos, donde los dirigentes entendieron demasiado tarde las reivindicaciones ciudadanas».

María Gámez insistió en la paralización de la facturación del recibo del agua.