De los últimos 13 años, el tiempo que Javier Aguilar lleva implicado con las instituciones reclamando la recuperación del acueducto de San Telmo, hace el siguiente balance: «Promesas, todas las del mundo, pero a la hora de que se hagan efectivas...».

Todo comenzó cuando detectó en el año 2001 que una constructora estaba destruyendo un tramo del acueducto. «El obrero me dijo que desaparecieron bóvedas preciosas, las rompieron enseguida. A partir de ahí, las gestiones son incontables pero quizás la más importante haya sido la reactivación del Patronato del Acueducto de San Telmo, ahora mismo presidido por el alcalde de Málaga, en el que también están presentes la Junta, la Diputación, el Obispado, la Comandancia Naval y la comunidad de regantes. Aunque como recuerda Javier, se reúne de higos a brevas, a veces con intervalos de 7 años y porque el propio Javier se encarga de pedírselo a los patronos.

«Lo normal sería que por lo menos se reuniera dos veces al año, la clave está en que el patronato funcione de verdad y no tenga yo que estar detrás, aunque lo hago porque lo llevo en la sangre», plantea.

El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, que recorrió el acueducto con Javier en octubre pasado, le habló entonces de activar el plan director del BIC, aprobado por el Ayuntamiento en septiembre de 2013. «El plan serviría para atender las prioridades. Lo primero sería registrarlo porque ahora mismo no tiene dueño y debe registrarse a nombre de la fundación». Lo importante, recalca Javier Aguilar, es que la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación aporten un dinero. «Hablé con Bendodo, se pueden hacer muchas cosas, rehabilitar los puentes, iluminar algunos, poner carteles informativos,pintar una ruta en el suelo para poder recorrer el acueducto...», enumera.

Queda mucho por hacer en un Bien de Interés Cultural en el que solo se han restaurado dos puentes, el del Nogal o de los 5 ojos y el de Quintana, o de los 11.