Esta foto es la misma desde hace muchos años. Lo único que ha cambiado ha sido el crecimiento de los edificios del fondo. La inmensa parcela municipal que da a las calles Eolo, Carmen Laforet y José Ribera sigue a la espera de que alguna promesa electoral se haga realidad algún año. Mientras tanto, en una esquina se ha instalado un pipicán. Poca cosa para tanto terreno.