Como la comitiva municipal que viajó a Bruselas liderada por el alcalde, Mario Cortés conocía que Málaga era finalista desde el jueves, aunque guardaron el secreto a petición de la Comisión Europea.

¿Cómo han encajado la noticia de la candidatura en el Ayuntamiento de Málaga?

La verdad es que hoy no nos ha cogido por sorpresa. Nosotros sabíamos que éramos finalistas desde ayer (jueves) porque estuvimos en Bruselas y nos comunicaron la noticia, pero nos pidieron que lo mantuviéramos en secreto. Lo que no conocíamos era el resto de ciudades que también han pasado a la final, y al final nos hemos enterado como vosotros, por teletipo.

¿Cómo ha sido el proceso de la candidatura de Málaga en este premio?

La candidatura se presentó el pasado 31 de diciembre junto a las otras 57 ciudades. En este caso, el proceso no es como el de la Capitalidad Cultural en el que luchábamos con otras ciudades españolas, sino que nos enfrentamos a ciudades muy importantes de toda Europa. El alcalde fue el encargado de defender la candidatura y lo hizo en inglés, tal y como exigía el protocolo. Posteriormente, dos técnicos del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) respondieron las preguntas de los expertos.

Gane o no gane, ya se puede decir que Málaga es una de las seis ciudades con mayor proyección innovadora...

Estar entre las seis candidatas al premio Capital Europea de la Innovación, entre ellas Barcelona y París, es un logro muy importante. Se puede decir que ya es un premio estar entre las elegidas, pero lo verdaderamente importante es seguir buscando la proyección de la ciudad para seguir captando inversores. El nombre de la ciudad ya suena en Europa, pero tenemos que seguir siendo hábiles para conseguir nuevos socios europeos que quieran compartir proyectos con nuestra ciudad.

Los expertos se han decantado por Málaga por «el nuevo modelo de regeneración urbana en el que la industria de la creatividad y los ciudadanos cooperan para estimular el crecimiento». ¿A qué cooperación se refieren?

Una de las patas de la candidatura es la colaboración entre los ciudadanos, las pymes y la administración, y aquí encajan muy bien nuestras tres propuestas más importantes: el Soho como modelo de revitalización urbana de un barrio a través de los ciudadanos; el proyecto Zem2All que protagonizan personas que han comprado los coches eléctricos; y Málaga Valley, un proyecto que les ha llamado mucho la atención por atraer anualmente, y a pesar de la crisis, a doscientas compañías y multinacionales para hablar de innovación.

El premio para la ganadora son 500.000 euros. ¿Qué haría el Ayuntamiento de Málaga con ese dinero?

Seguir invirtiendo en innovación, pero sobre todo desde el punto de vista de la educación y la concienciación de los jóvenes. Ellos son el futuro de esta ciudad.