Los vecinos señalan la pared de una casa con señales, en la calle Menita, donde se encontraba una puerta. «Como la echaron abajo han tenido que tapiarla», señala Francisco Soto, de la asociación de vecinos de Pedregalejo. Tras tirar la puerta, los tres jóvenes que entraron dentro robaron un extintor y rociaron con él la calle.

A su lado está Vicente Puertas, que comenta que «los viernes y sábados, a partir de las 9 de la noche, y hasta las 12 o la1 esto es un escándalo».

Desde el pasado verano, un grupo de entre 10 y 20 adolescentes toma cada fin de semana la calle Menita, en la playa de Pedregalejo, para beber y realizar actos vandálicos, una situación que alarma a los vecinos y a la asociación de vecinos de Pedregalejo, que pide al Ayuntamiento que tome medidas.

En este grupo, estiman los vecinos, hay niños de 17 o 18 años y niñas de unos 13 o 14. «Van rompiéndolo todo. Yo he sido niño y he hecho diabluras pero eso de romper por romper...», cuenta Vicente Puertas. En la misma línea, Loli García, otra vecina, que lleva toda la vida en la calle Menita, cree que «ya se sabe que los niños juegan pero esto no es un juego, es un desmadre».

Los vecinos denuncian que algunos de los adolescentes llevan navajas, con las que han rajado los sillines de varias motos, cortado los pinchos de cactus que adornan la calle y también cortado las cortinillas de una de las puertas. Dolo Martínez, una de las vecinas con la moto dañada por los jóvenes, cuenta cómo este grupo ha intentado meter un mechero a un cuadro de luz e incluso dar la vuelta a las motos para usar el mechero. «Cualquier día arde la gasolina y puede haber una catástrofe», advierte.

Además, señala que algunos de los jóvenes han comentado entre ellos ser los autores de la reciente quema de unos contenedores en la avenida Juan Sebastián Elcano.

Pero los daños continúan en esta estrecha calle e incluyen algo muy querido por los vecinos. Encarnita Cañizares, otra vecina, muestra una hornacina de la Virgen del Carmen. Los jarrones con flores desaparecen todos los fines de semana.

Estos adolescentes, cuentan los vecinos, aprovechan lo recogido y poco vigilado de la calle Menita para concentrarse y beber. «También beben las menores de edad», apuntan los vecinos. Lo que más les preocupa es que, tras beber, se dedican a romper los vasos en los pequeños callejones que comunican con el paseo marítimo, donde también se han dejado notar: soltando una barca en el mar y tirando las redes. Por cierto que cuando el dueño llamó a la policía y al marcharse ésta, «quisieron pegarle con unas cadenas», explica Dolo Martínez.

Algunos de estos jóvenes, dicen los vecinos, también se ha jactado de querer «meter un navajazo en el vientre» y «desangrar» a un comerciante cercano y en uno de los callejones hay huellas de zapatos por las paredes. Intentos de trepar a las casas.

Adolfo García, de la asociación de vecinos de Pedregalejo, lamenta que esta zona del barrio «se está convirtiendo en las calles del lumpen» y reclama al Ayuntamiento que alumbre los callejones, hoy sin luz. El dirigente vecinal también dijo constatar que al Ayuntamiento le interesa más «el frente marítimo, tres metros más abajo y la más arriba de calle Bolivia, pero del centro y el interior aquí tenemos el ejemplo». Los vecinos reclaman más control policial y que acabe la preocupación de todos los fines de semana.

El concejal de Seguridad, Julio Andrade, aseguró ayer que habrá seguimiento policial «de los actos vandálicos» y pidió a los vecinos datos sobre estos adolescentes.