­El pleno del Ayuntamiento de Málaga aprobó por unanimidad de los tres grupos políticos, PP, PSOE e IU, manifestar su «total desacuerdo» con las declaraciones de Fernando Sebastián, el nuevo cardenal español, que reside en la capital malagueña, en las que comparaba la homosexualidad con una enfermedad.

La moción aprobada fue presentada por el equipo de gobierno que, sin embargo, rechazó otras dos mociones que habían presentado IU y el PSOE «por la dureza» de sus enunciados y argumentos.

La moción de IU pedía designar a Sebastián como «persona non grata» en la ciudad, reafirmando el compromiso del Ayuntamiento en la lucha contra la homofobia. El PSOE, por su parte, reclamaba la condena de «las declaraciones homófobas» del purpurado.

El concejal de Derechos Sociales, Francisco Pomares, hizo hincapié en «el compromiso político mostrado por el grupo del PP durante todos estos años» a favor del colectivo de gays y lesbianas. Además, dejó claro que «la homosexualidad en ningún caso puede calificarse como enfermedad ni perversión sexual».

Por su parte, la portavoz socialista, María Gámez, se mostró también «absolutamente en contra, sin ninguna tibieza», de las afirmaciones del cardenal Sebastián. «Todas las declaraciones que vayan en contra de lo recogido por la Constitución deben tener la reprobación máxima de las instituciones», señaló.

La viceportavoz de IU, Antonia Morillas, afirmó que las palabras del cardenal provocan «repugnancia» porque «incitan e invitan al odio», un rechazo reforzado teniendo en cuenta «la relevancia pública del personaje que las dice».

Con todo, finalmente los grupos de la oposición mostraron su malestar pues mientras ellos apoyaban la moción del PP, el equipo de gobierno, sin haberlo anunciado antes, rechazó las dos propuestas.