­La banda del gas vuelve a la carga. Hasta tres cajeros automáticos fueron explosionados durante la madrugada del jueves al viernes en la Costa del Sol en una nueva ofensiva de la organización que tiene en jaque a la Policía Nacional. Tras la oleada de robos denunciada por este periódico el martes y protagonizada por un grupo especializado en volar los cajeros con una mezcla de acetileno y oxígeno para sustraer el dinero en varios municipios en las últimas semanas, de nuevo le ha tocado el turno a la capital -que ya suma al menos cuatro casos-, Torremolinos y Marbella, localidad esta última en la que también constaba otro incidente similar. En el caso de Málaga, los hechos se produjeron sobre las 3.00 horas de la pasada madrugada en una sucursal del Banco Santander situada en al avenida de Velázquez, donde fuentes policiales confirmaron que unos desconocidos reventaron la máquina de la entidad con el objetivo de acceder al dinero que guardaba en su interior.

Aunque la Comisaría Provincial de Málaga se negó ayer a confirmar o desmentir los hechos, el modus operandi utilizado es similar al utilizado en los casos anteriores, ya que, como muestra la imagen, tras destrozar el cajero los autores rompieron el cristal de la entidad para acceder a los billetes. A pesar del silencio policial, con estos tres nuevos incidentes ya son al menos nueve los cajeros automáticos reventados en las últimas semanas en municipios del litoral. Y es que a los registrados en el polígono Guadalhorce y Churriana, Calahonda (Mijas), Marbella y Estepona, se sumó el pasado lunes otro caso más en una entidad de Cerrado de Calderón.

Como adelantó La Opinión de Málaga, los investigadores están convencidos de que la mayoría de estas acciones son obra de la misma organización tanto por el modus operandi como por las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de los mismos cajeros. Las fuentes consultadas explican que el método consiste en forzar con una palanca la ranura por la que se expenden los billetes para poder introducir sendos tubos flexibles por los que los ladrones inyectan oxígeno y acetileno. Cuando consideran que la mezcla es suficiente, un chispazo provocado desde el exterior produce una explosión interna del cajero para reventarlo sin dañar los billetes.

En el caso de Estepona, ocurrido en diciembre en una entidad de Deutsche Bank en la urbanización Benamara, el golpe fue tan preciso que se llevaron los casi 10.000 euros del cajero. Menos suerte tuvieron la madrugada del 5 de enero en el asaltado en el polígono Guadalhorce de la capital, cuando al menos tres hombres con las caras cubiertas manipularon el cajero con esta técnica y una gran coordinación. Sin embargo, esta vez la explosión no fue suficientemente para violentar la caja, y a pesar de que rompieron el cristal para acceder al habitáculo huyeron con las manos vacías.

En febrero de 2006, tres personas fueron detenidas en Nerja tras una serie de robos por este método en ocho puntos de España, cuatro de ellos en Málaga. Les adjudicaron el golpe de Nerja, dos en la capital y uno en Benajarafe, donde consiguieron 60.000 euros. Tras averiguar que esta modalidad delictiva procedía de Italia, la policía orientó sus pesquisas a la localización de individuos de esta nacionalidad. Años más tarde, en 2010, cuatro personas (tres italianos y un rumano) fueron detenidas en Mijas acusados de reventar cajeros por el mismo sistema en Málaga, Granada y Valencia. Con este método también hay casos documentados en Coín, Benajarafe, Rincón de la Victoria y Añoreta.