El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Málaga ordenó el pasado jueves dejar en libertad con cargos a F. J. P. S., el presunto autor de los robos denunciados el 30 de enero por el Cabildo de la Catedral de Málaga. Según confirmó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el juez imputó al que fuera sacristán del templo un supuesto delito de hurto o de robo, infracción que se definirá una vez que la investigación arroje datos más precisos sobre las piezas sustraídas. Las mismas fuentes añadieron que los dos arrestados el miércoles por la Policía Nacional por la presunta receptación de los objetos acudirán a declarar al juzgado más adelante, por lo que todavía no han sido imputados por la autoridad judicial.

Mientras tanto, la investigación policial que sigue abierta incluye las sospechas del Cabildo de que, además de las nueve detectadas hasta ahora, pudiera haber más piezas robadas por el acceso habitual de F. J. P. S. a las piezas del patrimonio, en especial la plata para limpiarla. De hecho, se teme que pudiera hacerse con pequeñas monedas antiguas de plata, cubiertos sueltos o piezas religiosas, como una naveta de un juego de incensarios o una patena, que no estuvieran catalogadas y no tuvieran mucho valor. Según esta versión, estas pequeñas piezas, de las que es casi imposible determinar su destino, podrían haber sido fundidas para venderlas como plata, algo que el propio acusado podría haber confesado a la Policía Nacional. Más difícil parece que se haya hecho con las nueve piezas sustraídas que estaban catalogadas -un candelabro, un incensario, un hostiario, dos portapaces, dos portaviáticos, un cáliz y un juego de vinajeras-con la intención de venderlas, puesto que su valor está basado más en su calidad artística que material, ya que no están trabajadas con plata de gran calidad.

La denuncia, presentada ante la Policía Nacional por el deán de la Catedral y el delegado del Patrimonio de la Diócesis el pasado jueves 30 de enero y destapada por La Opinión de Málaga, señaló que habían sido sustraídas una serie de piezas de orfebrería del templo mayor que datan de los siglos XVIII y XIX. Según señalaron desde el Cabildo de la Catedral, en los últimos meses se han producido sustracciones de algunas piezas de orfebrería, que, «además del valor religioso, poseen gran valor histórico-artístico».

F. J. P. S. llevaba trabajando en la Catedral como sacristán más de seis años, donde empezó con colaboraciones y los domingos para ir afianzándose en el equipo de seglares que atiende las necesidades de la Catedral. Su presencia en el templo fue discreta, sin presentar problemas hasta que empezó una compleja relación sentimental.