Los pacientes de la Unidad del Dolor de Carlos Haya -ubicada en el Hospital Civil- y del Clínico, se movilizaron ayer en la que fue la primera concentración por la fusión de ambas secciones hospitalarias, que desde primeros de marzo se situará en el Hospital Marítimo de Torremolinos.

Medio centenar de personas rechazaron de pleno la nueva unidad provincial que Salud abrirá en unas semanas, pues están seguros de que finalmente todos acabarán yendo allí. Pero ellos afirman que este antiguo sanatorio es inaccesible, está mal comunicado y no contará con los buenos profesionales que les tratan en la actualidad, para los que sólo tienen buenas palabras.

La Delegación de Salud ha informado desde que se conociese el cambio de que la nueva unidad será de carácter provincial, contará con nuevas y mejores instalaciones y lo más importante: a la misma sólo tendrán que ir los pacientes nuevos y los antiguos que así lo deseen, y que los actuales que quieran quedarse en el Civil o Clínico podrán hacerlo.

Pero los pacientes reiteraban ayer su desconcierto y sus dudas ante este anuncio de la dirección del hospital. Están seguros de que los obligarán a marcharse tarde o temprano.

En este sentido, el delegado de CCOO en Carlos Haya, Juan Antonio Torres, recordó que los pacientes que acuden a esta unidad son de movilidad reducida, por lo que no podrán acudir por sí mismos a este hospital, a la vez que puso en duda que Salud habilite ambulancias para todos. «Esto no lo hacemos sólo por los profesionales. Mañana cualquiera podemos ser uno de estos pacientes», dijo. Por su parte, el responsable de Satse en Málaga, Eugenio Pérez, señaló que la fusión de los hospitales está motivando que se lleven a cabo recortes que finalmente afectan a pacientes. «No sabemos si es una medida economicista o un ahorro encubierto para que al final acaben por no ir o acudir a la privada», subrayó.

De un modo u otro los sindicatos denunciaban ayer que los trabajadores se sienten presionados por la dirección del centro y recordaban que todos ellos tienen sus plazas en propiedad, por lo que no saben de dónde saldrán los nuevos profesionales para la nueva unidad provincial. Indicaban, asimismo, que la unidad del Hospital Civil cuenta con habitaciones en desuso o préstamo a otras unidades, por lo que el destino final de esta nueva unidad podría ser este centro.

Ayer, más de una decena de asociaciones se congregó a las puertas del Hospital Civil para rechazar el traslado. Desde Amare, su presidenta, Remedio Gómez, insistía en que estos pacientes no podrán, aunque quieran, acudir a Torremolinos. Desde Frape también recordaban que viajar hasta allí en transporte público es imposible -en tren tienen que bajarse en Fuengirola porque las paradas de Torremolinos son inaccesibles- por lo que temen que muchos pacientes dejen de acudir, lo que supondría su «fin».