El lujo es una de las características que apasiona a los rusos. Suelen ser muy cuidadosos con el físico y muy selectos con la ropa que visten. «Lo bueno de Marbella es que no tienes que ir a comprar a Roma o París pues las grandes firmas se han establecido en la ciudad», señala la responsable del club social Luks Marbella VIP, Marina Nitzak.

Los comercios en la Costa del Sol se están adaptando al nuevo público poco a poco. Ese es el caso de El Corte Inglés, donde, en el volumen de compras, los rusos se han convertido en el mayor cliente extranjero. «Nosotros contamos con megafonía en ruso, cartelería y una sección especial con comida del país. Además estamos incorporando a dependientas que hablan el idioma», señala el director de marketing de Andalucía Oriental, Gael Vignon.

Los rusos son muy anfitriones en sus hogares y les gusta el lujo en la mesa. En este sentido grandes firmas como Baccarat, Bernardau o Christofle son las protagonistas a la hora de comer. «Tenemos piezas fundidas con oro y con incrustaciones de piedras preciosas además de todo tipo de porcelanas», señala la responsable Ruzanna Zakaryan.

Cifras astronómicas para cualquier detalle. Una champanera puede costar 4.500 euros, un plato, alrededor de 1.200 y un centro de mesa, 4.000 euros. Los rusos son exigentes pero si encuentran algo que les gusta no les importa el gasto de dinero. En cuanto a la ropa y los complementos, ellas son fieles seguidoras de Louis Vuitton, Chanel y Dolce & Gabbana. «Para los abrigos sus favoritos son los de marta cibelina que pueden ascender hasta los 120.000 euros», apunta María Heinmets, responsable de la tienda Impel Luxury.