El trono del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso ya está en la casa hermandad de la archicofradía. Rafael Ruiz Liébana ha concluido los trabajos de restauración que han servido para retirar toda la madera apolillada, hacer una nueva estructura metálica y quitarle unos 200 kilos de peso, según los cálculos del hermano mayor, Manuel Harras, que se muestra muy satisfecho con el resultado final.

«El taller de Liébana ha puesto toda su experiencia y ha hecho un trabajo muy limpio», admite Harras, quien también destaca que este tallista ha añadido una crestería superior que incluía el diseño original de Fernando Guerrero Stracham y que, sin embargo, no había sido finalmente acometida por Francisco Palma Burgos, el autor de la obra. «Ahora que la vemos instalada, nos damos cuenta de que le hacía falta, sobre todo en el frontal», destacó el hermano mayor del Paso y la Esperanza.

Liébana ha sacado a relucir parte de la talla que permanecía oculta por el estuco y ha dorado completamente el trono. Los albaceas de la archicofradía dispusieron ayer los faroles que sustentan los característicos angelotes en las esquinas, aunque también están terminados. De esta actuación se ha encargado la restauradora Beatriz Prado.

Del mismo modo, se están haciendo pruebas para encontrar una solución a las partes caladas del cajillo, y que hasta ahora se resolvía con una tela de damasco burdeos, que hacía de fondo. «Seguramente nos decantemos por unas láminas de madera dorada en mate, para que haga contraste», explicó Manuel Harras.

El trono estrenará igualmente una nueva mesa, diseñada por José Espejo y realizada por Agustín Fernández. Del mismo modo, se ha suprimido la iluminación eléctrica que recorría el cajillo con fibra óptica. Liébana también ha intervenido en la Dolorosa y el busto de María Magdalena, que se encuentran en el frontal y la trasera del trono. «Esta actuación ha consistido básicamente en una limpieza de las imágenes, lo mismo que se ha hecho con las cartelas de los laterales y con los cuatro evangelistas», añadió el hermano mayor.

El cabildo extraordinario de la hermandad, celebrado el pasado 7 de marzo de 2013, facultó a la comisión permanente de la archicofradía la elección del artista encargado de esta actuación. El elegido entre cuatro artistas fue Ruiz Liébana. Este procedimiento provocó un movimiento en contra de algunos hermanos de la corporación, que empezaron a recoger firmas solicitando un nuevo cabildo, idea que fue rechazada por la junta de gobierno.