Como en cualquier otro escenario de la ciudad, la mejor manera de evitar los hurtos en las paradas de autobuses o ya dentro del vehículo es estar siempre muy alerta, sobre todo cuando es hora punta y las aglomeraciones de personas se prolongan tanto en las interminables colas de las paradas más demandadas por los ciudadanos como en los itinerarios de los vehículos durante buena parte de los recorridos. Mantener a buen recaudo las pertenencias (sobre todo billeteras, teléfonos móviles y otros elementos electrónicos) es fundamental para no llevarse sorpresas desagradables. Una de las mejores formas de luchar contra los descuideros es que los pasajeros con mochila la lleven colgada en el pecho mejor que en la espalda, así como evitar llevar objetos de valor en los bolsillos traseros del pantalón en beneficio de los delanteros. Si el autobús va vacío, es preferible sentarse en la zona más cercana al conductor que hacerlo atrás del todo, donde el viajero queda más expuesto. Si se observan comportamientos sospechosos o delictivos, es mejor comunicárselo lo antes posible al conductor y, si es posible, a la policía, que enfrentarse directamente al caco.