­El Ayuntamiento de Málaga ha cerrado su laboratorio medioambiental, que funcionaba desde hacía 30 años, y ha privatizado los servicios que este realizaba y que, mediante concurso, han sido asignados al Colegio de Farmacéuticos por 29.995 euros, según la información facilitada por el equipo de gobierno en respuesta a una pregunta del grupo de IU.

El laboratorio municipal, que estaba adscrito al área de Medio Ambiente, tenía sus instalaciones en el Hospital Noble y una plantilla de cuatro personas.

El laboratorio suponía el principal soporte técnico analítico de la inspección municipal sanitaria, ambiental y alimentaria, para las que realizaba las determinaciones analíticas pertinentes al control sanitario oficial de las aguas (de abastecimiento en grifo del consumidor, de baño en playas, etc.), y de alimentos (productos lácteos, productos cárnicos, productos de pastelería, pescados, huevos, aceites, bebidas, así como comidas preparadas, etc.). Colaboraba en temas de salud con otros departamentos municipales, así como con otras entidades oficiales y atiendía a consultas ciudadanas.

El laboratorio era junto con el de la Junta de Andalucía, el único laboratorio de referencia en Málaga para la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.

El propio equipo de gobierno señalaba que el laboratorio municipal cumplía los criterios de calidad y eficacia de los laboratorios públicos y estaba bien atendido por profesionales altamente cualificados con gran experiencia y formación.

Críticas de IU

A pesar de ello, decidió su cierre y privatizar los servicios que prestaba. En la respuesta al grupo de IU, el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez señalaba que «en la actualidad el servicio se sigue prestando con normalidad, mayor eficiencia económica y a plena satisfacción de los técnicos y responsables de esta área de gobierno».

El grupo de IU ha rechazado abiertamente la privatización y el cierre del laboratorio, criticando la «dudosa» justificación de rentabilidad económica que apunta el área de Medio Ambiente, «puesto que el único supuesto ahorro es en los gastos de personal y porque este ahorro es mínimo y no todas las partidas del presupuesto del laboratorio medioambiental se han gastado».

El portavoz Eduardo Zorrilla aseguró que en los últimos años «se habían recortado los recursos humanos y materiales del laboratorio, y que pese a este desmantelamiento funcionaba bien y con un coste muy modesto, por el gran esfuerzo y dedicación de los trabajadores que se encargaban incluso del mantenimiento de las maquinas y el material, para ahorrar costes».

De lo cuatro trabajadores que componían la plantilla, uno supervisa el trabajo de la empresa privada contratada; otros dos han sido reubicados en otros departamentos; la cuarta, que tenía contrato como autónoma, quedó fuera al extinguirse su contrato.