Si el año pasado creció significativamente el número de denuncias durantes las campañas de velocidad de la DGT, lo normal es que esas cifras sean superadas durante el presente año. Fundamentalmente porque el plan del control de velocidad en las carreteras malagueñas sumó a principios de año dos radares en la a-45 y trasladó uno al falso túnel de Carlos Haya y elevó a 23 los radares activos en la provincia. Estas incorporaciones buscan, según la DGT, reforzar el control en la autovía de las Pedrizas, sobre todo en los dos puntos habitualmente conflictivos (túneles y venta Cotrina). Ambos radares son de tramo y vigilan casi nueve kilómetros en sentido Málaga. Esta modalidad, la más efectiva, ya se usa desde 2010 en la A-7 en la zona de túneles de Torrox y, desde el pasado verano, en la Cala de Mijas.

A nivel local, los actividad de controles también arrecia. Según el Ayuntamiento de Málaga, 59.432 conductores fueron denunciados en 2013 con radares fijos de la capital, cifra que supone un incremento del 18,45% (9.259 más) respecto al año anterior, cuando se registraron 50.173 sanciones por este motivo.