Más de dos décadas de expansión destructiva La expansión del picudo se produjo en la década de los ochenta. El primer país que visitó fuera de su ámbito natural de influencia fue Emiratos Árabes. Después saltó hacia Irán y más tarde a Egipto, en 1993. Esta última fecha es importante porque desde allí llegaría a Andalucía en los meses posteriores. Primero, a Almuñécar. La plaga está en Murcia, Baleares, Canarias, Valencia y Galicia.

Ataque a datileras, canarias, y cocoteras La voracidad del picudo rojo no sólo compete a la palmera canaria. La Unión Europea considera a numerosas especies susceptibles de su ataque, caso de la datilera, los cocoteros y el género Phoenix.

Inventario de muertes Las bajas en la ciudad de Málaga se han reducido en los últimos años, aunque las cifras siguen siendo muy altas. En los últimos cinco años el picudo ha devorado más de 600 ejemplares. La lucha contra la plaga supone un gasto anual en el municipio de un millón de euros.

Los síntomas tardíos Los síntomas de la infección no se dejan ver durante los primeros meses. La primer a muestra, ya casi letal, se manifesta a través del tono amarillento de las hojas y la caída de parte de la copa.

Una maniobra de destrucción pequeña y letal El huevo del picudo, de color amarillo y blanquecino, mide entre 1 y 2,5 milímetros y se suele emplazar en el interior de grietas, heridas y pequeñas cámaras de los árboles. En dos días pasa al estado de larva. Curiosamente, en países como Indonesia, la carne de este escarabajo es muy apreciada en este estado, vendiéndose incluso como un artículo delicatessen.