El pasado mes de marzo Manuel Rojas López volvió a subir al estrado de la sede de la ONCE en Málaga, esta vez para recordar sus tiempos de avezado amante del mar, al que siempre ha estado ligado. El motivo, la presentación del Cuaderno de Rebalaje número 24, con sus Memorias de un jabegote. Se trata del cuaderno que de forma periódica edita la Asociación Cultural Amigos de la Barca de Jábega (puede descargarse en www.amigosjabega.org, sección Publicaciones) y que en esta ocasión, con prólogo de la antropóloga Eva Cote, introducción de Pablo Portillo y las ilustraciones de J. Mª Córdoba, recoge sus recuerdos relacionados con el mundo de la barca, un caudal de información técnica, cultural y marinera de gran valor.

María Caracuel, la mujer de Manolo Rojas, ha transcrito los folios. «Ella es mi todo, porque en el tiempo que he estado en el consejo general de la ONCE, la documentación nos la daban en cinta y en tinta y ella me la leía», cuenta de su mujer.

Los recuerdos marinerosde aquel niño de La Cala son enciclopédicos. Manuel nunca perdió contacto con el mar y estando estudiando se iba a un bar de jabegotes de La Malagueta a seguir aprendiendo de los mayores.

De sus tiempos de pesca nocturna recuerda los jureles que se pescaban «por la parte de Levante hasta Los Boliches, Carvajal y Fuengirola» y cómo en «El Bulto, la chimenea larga y el río se cogía mucho boquerón pero mediano», y en agosto, «el boquerón que le llamaban de la primera cría, pero que era un boqueroncito ya vestío (con escamas)».

Y repasa el calendario que los jabegotes empleaban, relacionado con la pesca, que dividía el año en cuentas: «Estaba la cuenta de la Victoria (septiembre), la cuenta del Rosario (octubre), la de los Santos (noviembre), la cuenta Pascua (diciembre), luego llegaba el Carnal, que a lo mejor había dos jábegas juntas y una sacaba un copo lleno de boquerones y la de al lado ni los veía porque En Carnal, unas cogen y otras ná y la de la Cuaresma, ya con las pesqueras más parejas».