Entrevista

"Es lamentable que el pato de la crisis lo pague la obra pública"

Ángel García Vidal ustituye a Francisco Javier Carmona Conde y se erige en la voz de los más de 600 ingenieros de la provincia

Ángel García, el día de su elección.

Ángel García, el día de su elección. / L. O.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

­Ángel García Vidal, que dirige desde 2007 dirige su propia consultora, Avanza Ingeniería, ha sido elegido el representante en Málaga del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que aglutina a más de 600 profesionales en la provincia. El paro y la pérdida de expectativas por la crisis son los principales problemas a los que se enfrenta el colectivo. García espera lograr la reactivación laboral en el sector y la participación de estos profesionales en los foros de su competencia.

Comenta en su programa la necesidad de reactivar el mercado para que haya más oportunidades laborales ¿Tanto ha subido el desempleo entre los ingenieros?

Es lo que más me preocupa. A los recién titulados les cuesta muchísimo incorporarse a la actividad. Pero aparte de los jóvenes tenemos también otro paro complicado, el de los ingenieros de más de 45 años. La crisis de la construcción cerró muchas empresas y para ellos ahora es muy difícil reengancharse, como ocurre en otras profesiones. Ahora mismo tenemos un 15% de paro en la profesión cuando antes de la crisis el desempleo era cero, no existía. Queremos poner en marcha acciones con las administraciones en forma de pequeñas actuaciones que sirvieran a todos estos ingenieros a entrar en la vida laboral. Para los jóvenes sería además una buena formación.

¿Pero pueden permitirse las administraciones sufragar esos proyectos?

Más que licitaciones serían redacciones de proyectos, estudios técnicos o informes. Algo que no supusiera mucho coste. Nos gustaría poder estudiar el tema con el Ayuntamiento de Málaga o con la Diputación en materias como el planeamiento urbano o las actuaciones hidráulicas y presentar un plan de actuaciones.

La obra pública está en mínimos históricos. En Málaga, por ejemplo, la licitación está más de un 90% por debajo que antes de la crisis. Los empresarios denuncian que ese recorte en gasto productivo perjudica más que beneficia, ¿cómo lo ve usted?

Es lamentable que el «pato» de esta crisis lo haya pagado la obra pública. Es un sector en el que hay que diferenciar lo que vulgarmente se conocía como el «ladrillo» de lo que es la obra pública. Y es falsa la idea, extendida en los últimos tiempos para justificar este hecho, de que en España está todo hecho en el tema de las infraestructuras. Sólo hay que recordar el tema de las depuradoras. En 2015 habría que alcanzar el vertido cero en aguas residuales y hay muchísimo por hacer. Además en temas como las carreteras, habría que recordar que no sólo se trata de construirlas sino de mantenerlas, y no se está haciendo. El otro día un informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC) recordaba que estas vías están en su peor estado desde 1985.

Pero es cierto que también se ha gastado mal en obras totalmente superfluas.

Puede haber actuaciones que no han sido acertadas, algunas de ellas muy relevantes. Hemos visto aeropuertos sin pasajeros, museos sin visitantes y autopistas sin coches. Pero la obra pública revierte en los ciudadanos y genera mucho empleo. En estos últimos años se ha demonizado el sector de la construcción en general, como si fuera la causante de la crisis. En el tema de la obra pública lo que hay que hacer es planificar bien.

¿Qué la parece que la Junta de Andalucía haya abandonado el proyecto de AVE directo de Málaga a Sevilla?

Igual la planificación en su día respondía a expectativas bastante mayores. No es fácil diagnosticar con rigor. Aparentemente parece una infraestructura que respondía a un estado de demanda de otros tiempos y que ahora podía ser desorbitada. Pero no hay que olvidar que una infraestructuras tiene una vida útil de hasta 75 años y que en ese tiempo una sociedad para por muchas etapas económicas.

¿Están emigrando nuestros ingenieros por falta de trabajo?

Sí. Sobre todo a Latinoamérica (Chile, Colombia o Brasil) y a algunos países del Golfo Pérsico. El boom de Europa del Este ya está pasado. Salir fuera no me parece mal aunque nos gustaría que volvieran. Necesitamos que vuelvan tiempos mejores, no tan exacerbados como los que hubo, pero sí con expectativas. De momento, no vemos un despegue, a lo mejor sí en cifras macroeconómicas, pero es algo que todavía no ha llegado a la economía de la calle.

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