La poca comunicación entre los bomberos de Málaga y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, parece evidente si se tiene en cuenta que, tras 800 días sin recibirlos, los despachó en apenas 45 minutos. Esto ocurrió en febrero y, según el Sindicato Profesional de Bomberos de Málaga (SPBM), el interés que mostró el regidor por las máximas preocupaciones de los funcionarios fue poco menos que insultante.

Desde entonces no han podido hablar de nuevo con De la Torre de los asuntos que más les inquieta, entre ellos el de su categoría, la C2, «inferior a la de otras capitales andaluzas con menos población como Granada, Huelva o Cádiz; municipios como Motril y Loja, ambos en Granada; o Marbella y Mijas en la Costa del Sol», este último en la fase final de reclasificación. «Nos parece incompresible que una ciudad como Málaga, la segunda más poblada de Andalucía, disponga de una plantilla de bomberos encuadrados dentro de un grupo profesional inferior a ciudades y municipios mucho más pequeños», asegura un portavoz del SPBM -sindicato mayoritario del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga- antes de detallar que el nivel académico exigido tanto para el ingreso en los cuerpos de bomberos como el nivel de conocimientos profesionales de las plantillas se refleja en la administración como grupo C1 para un nivel de un Bachiller Superior o equivalente o de C2 para el de un Graduado Escolar, EGB o equivalente.

«Teniendo en cuenta la variedad y complejidad de conocimientos necesarios para ejecutar con la máxima eficacia las intervenciones de los servicios de bomberos, ingresar en ellos requiere unos niveles académicos y unas condiciones físico-mentales que certifiquen la capacidad de los agentes. Además, tras la incorporación en los mismos, los conocimientos específicos son aumentados, actualizados y mantenidos en el tiempo dentro de la formación teórica y práctica necesaria para ejercer la carrera profesional de bombero», abunda otro de los responsables sindicales.

A pesar de lo expuesto, el sindicato se pregunta por qué el alcalde se niega tajantemente a hablar sobre el tema cuando el pleno del Ayuntamiento de Málaga «aprobó por unanimidad en 2009 la adaptación de los puestos de trabajo de cabos y bomberos al grupo C1 y no se ha hecho absolutamente nada desde entonces». «Suponemos que, como otras tantas veces, quiso quedar bien, pero nosotros seguimos pensando que Málaga no merece tener unos bomberos homologados al mismo nivel profesional que tienen los integrantes de los Servicios de Extinción de Incendios y Salvamento de municipios a los que supera en 35 veces el número de habitantes», insiste el SPBM.

«Quizás considere que, como nos dijo la última vez, ser bombero es un privilegio. Por tanto, quizás piense que lo que Málaga se merece son bomberos de segunda», sentencian desde el sindicato.