Tras años de boom poblacional, la provincia de Málaga se queda en números rojos este año. Siguiendo la tendencia nacional, y tras unos ejercicios en los que la crisis económica no había impedido que siguieran llegando nuevos habitantes, Málaga ha recibido 2014 con un padrón mermado.

Así, según el padrón continuo elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2014 la provincia tenía registrados a 1.619.497 habitantes, frente a los 1.652.999 del año anterior. Ello supone que Málaga ha perdido en un año 33.502 residentes, un descenso que rompe la racha de la última década y que viene dado por la caída en los residentes extranjeros, que han emprendido el viaje de vuelta a otros puntos de España o a sus países de origen.

En doce meses, el padrón ha perdido a 44.395 vecinos foráneos, la gran mayoría del continente europeo, que, por otra parte, es el que más aporta a la provincia. Así, Reino Unido, Alemania, Italia o Francia han visto reducida su presencia en la provincia, con un importante descenso de los británicos, que bajan un 25% pero siguen manteniéndose como los más numerosos en Málaga, y los alemanes, que descienden un 33%. Las únicas nacionalidades extranjeras que han logrado aumentar sus cifras en la provincia han sido Rusia y China. En ambos casos es una situación lógica, ya que los primeros han puesto su mirada desde hace unos años en la Costa del Sol como lugar de residencia habitual o de vacaciones prolongadas gracias al buen clima y los segundos siguen encontrando en Málaga un lugar donde generar oportunidades laborales. El ranking de nacionalidades lo encabeza, además de Reino Unido, Marruecos -que desciende, aunque levemente-, Rumanía, Italia, Alemania, Ucrania, Argentina, China Paraguay y Países Bajos.

La fuga de extranjeros se ha visto compensada con la población de origen nacional, que logra mejorar sus números y crece un 8%. Así, a 1 de enero de 2014 había 10.893 residentes españoles más empadronados en la provincia de Málaga, lo que logra atemperar los más de 44.000 foráneos fuera del padrón, si bien la provincia es la que más habitantes ha perdido de toda la comunidad autónoma.

El número de extranjeros empadronados en Málaga había registrado fuertes incrementos en la última década, sobre todo durante los años del boom económico, cuando muchos eligieron la provincia como destino laboral o lugar de retiro y se establecieron en todo el litoral y en localidades cercanas a la primera línea de playa. El porcentaje más alto se dio en 2005, cuando creció un 25% la cifra de foráneos, y en los últimos años esos crecimientos se han mantenido pero a niveles más modestos -eso sí, superando hasta ahora al incremento de la población nacional-.

En España, la salida de ciudadanos extranjeros hizo que la población disminuyera en todas las comunidades autónomas, un fenómeno que fue más notable en la Comunidad Valenciana, con una disminución de 118.599 habitantes, el 2,3% de su población y más del 25% del total de habitantes que perdió España.

Tan solo Ceuta y Melilla aumentaron su población el pasado año, con incrementos inferiores al 1%, según el padrón continuo del INE, que señala que España perdió población en 2013 por segundo año consecutivo, en concreto 404.619 personas, el -0,9% del total.

En términos absolutos, los mayores descensos los sufrieron la Comunidad Valenciana (-118.599), Andalucía (-47.665) y la Comunidad de Madrid (-47.279) y los menores el País Vasco (-2.833 personas), La Rioja (-3.283) y Cantabria (-3.320). Las comunidades autónomas más pobladas siguen siendo Andalucía, Cataluña y Madrid.