­La asociación Dairdeto (Deportivas Afectados por las Irregularidades en el Deporte del Tiro Olímpico), solicitó por carta el pasado 1 de marzo al alcalde de Málaga el cierre cautelar del veterano campo de tiro olímpico Guadalmedina, en el término municipal de Málaga, por lo que consideran irregularidades administrativas y medioambientales.

La asociación, en la que hay seis clubes deportivos de Málaga y provincia, destaca en la carta que el campo no cuenta con licencia de apertura ni tampoco el bar restaurante del club social; no respeta la normativa de accesibilidad; carece de medidas de prevención contraincendios y señalización adecuada y no trata las aguas residuales ni tiene saneamiento adecuado por lo que las aguas «negras o grises pueden contaminar los acuíferos cercanos, en este caso el río Guadalmedina que lo circunda».

También llama la atención sobre la falta de medidas para tratar los residuos de plomo y por último denuncia que las cubiertas de las galerías de tiro, «que se encuentran muy deterioradas por impactos» son de uralita y también hay neumáticos viejos, plásticos «y otros no autorizados» en algunas galerías.

El campo, cedido en 1972 por el entonces Ministerio de Agricultura para la práctica de este deporte en Málaga, se encuentra en la carretera de las Pedrizas, kilómetro 546, a pocos metros del cauce del río Guadalmedina y en una zona que el mapa oficial de la Consejería de Medio Ambiente incluye dentro del Parque Natural de los Montes de Málaga.

Los terrenos, en total 5,48 hectáreas, son hoy propiedad de la Junta de Andalucía, que prorrogó la concesión del campo en 2013, después de que la Federación Andaluza de Tiro Olímpico lo llevara reclamando desde 2001.

Este colectivo también ha enviado cartas de denuncia a la consejera de Medio Ambiente de la Junta, el secretario general para el Deporte, el Consejo Superior de Deportes y la Dirección General de la Guardia Civil exponiendo las presuntas irregularidades.

«No está en condiciones, eso está claro. En un parque natural no puedes tener un campo de tiro sin ningún tipo de estudio medioambiental ni nada por el estilo, hay que hacer un campo en condiciones porque estamos en el siglo XXI», expuso Ricardo de la Torre, portavoz de la asociación, que recalcó que el campo no cuenta con depósitos homologados para residuos. «Hay pozos como los de toda la vida, que se filtran por el monte abajo y terminan en el Guadalmedina».

También detalló que en las galerías, incluida la de las armas más potentes, se dispara «contra las faldas del monte y el plomo se queda ahí clavado y es muy contaminante».

Sí precisó Ricardo de la Torre que el año pasado se retiró todo ese plomo. «En los diez años que llevo ha sido la primera vez, pero se supone que no debe ir ahí, tiene que haber un material y disparar contra la arena, no contra la falda del monte».

También hizo referencia a la presencia de neumáticos «de caucho viejo». «Ahí rebotan las balas, están en los laterales», describió. Ricardo de la Torre subrayó, al hilo de las decenas de neumáticos, que si en un parque natural alguien vierte escombros puede recibir una fuerte sanción. «Esto es un parque natural, no una cantera y estamos a unos cien metros del Guadalmedina», alertó.

La asociación de deportistas muestra además su malestar por el reciente establecimiento de un canon anual de 180 euros por parte de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico, para sufragar un préstamo por obras para adaptar las instalaciones del campo de tiro Guadalmedina a la normativa vigente.

Como critica el portavoz del colectivo, la federación andaluza establece tasas de examen para obtener la licencia de armas de tipo F de 50 euros para todas las provincias andaluzas excepto Málaga «que hay que abonar 180 euros de tasas más 60 de certificado, más la tarjeta federativa correspondiente de 55 euros, lo que hace inviable para cualquier deportista la práctica de este deporte en la provincia de Málaga». «Si encima no le pagan la tasa a la Consejería de Medio Ambiente, no tienen licencia de apertura municipal, instalaciones tercermundistas y contaminan el Medio Ambiente, el negocio de la federación en Málaga es redondo y los federados no pueden pagar estas cantidades», añadió.