­La empresa de limpieza Limasa deberá hacer fijos a 73 trabajadores eventuales del Centro Ambiental de Los Ruices (CAM) antes del 1 de julio, según el requerimiento realizado por la Inspección de Trabajo al considerar que estos trabajadores se encuentran contratados en situación irregular al haber superado «los limites temporales para el encadenamiento de contratos temporales» que fija la ley en el estatuto de los trabajadores. Por ello, la Inspección de Trabajo, dependiente del Ministerio de Empleo, «ha requerido a la empresa para que proceda a la transformación en indefinidos de dichos contratos». Se trata de un número elevado, ya que el CAM cuenta con una plantilla de unos 90 operarios de los que 73, según la Inspección, están contratados irregularmente.

El requerimiento del Ministerio de Empleo nace de una demanda formulada por el comité de empresa que en octubre pasado denunció que la mayoría del personal contratado en el CAM infringiría las disposiciones vigentes en materia de contratación temporal.

La Inspección de Trabajo, después de diversas comparecencias de la empresa y de analizar los contratos de trabajo de los operarios del CAM, comprobó «que habría 73 trabajadores (hasta el 10 de abril de 2014) que superarían los límites temporales para el encadenamiento de contratos temporales establecidos en el artículo 15.5 del Estatuto de los Trabajadores», por lo que ha requerido su conversión en fijos.

El Estatuto de los Trabajadores establece que «los trabajadores que en un periodo de treinta meses hubieran estado contratados durante un plazo superior a veinticuatro meses, con o sin solución de continuidad, para el mismo o diferente puesto de trabajo, adquirirán la condición de trabajadores fijos».

El requerimiento de la Inspección de Trabajo supone un varapalo para Limasa al poner en evidencia que de una plantilla de 90 trabajadores del CAM, al menos 73 están contratados irregularmente.

Se trata de trabajadores que en muchos casos, según fuentes del comité de empresa, llevan diez años trabajando de manera eventual. En este grupo de 73 operarios se encuentran también las mujeres de la planta de envases, seleccionadas por el área de Igualdad al tratarse de mujeres víctimas de malos tratos.

Las condiciones laborales de la mayoría de estos trabajadores ha empeorado en los últimos meses, según explicaron miembros del comité de empresa.

En octubre la empresa, «bajo amenaza de despido», consiguió que la plantilla aceptara reducir su jornada de 35 a 28 horas de trabajo; ahora, tras las denuncias en la Inspección de Trabajo «y a pesar de que el CAM obtiene beneficios económicos», la empresa ha reducido las horas de trabajo a 21 para la mayoría de la plantilla, de tal manera que estos eventuales trabajan tres días a la semana, por lo que se han hecho dos grupos, uno para lunes, martes y miércoles y otro miércoles, jueves y viernes.

El presidente del comité, Manuel Belmonte, advirtió ayer de que van a exigir el cumplimiento del requerimiento de Trabajo « y no vamos a permitir las amenazas de despidos de la empresa ni la división de la plantilla».