La avispilla del castaño, un insecto que se coló en 2012 en el campo español por la zona de Cataluña, ha llegado ya a la provincia de Málaga y afecta a unas 80 hectáreas de este cultivo, según informó ayer el colectivo agrario Asaja. El Drycosomus kuriphilus, así se llama, es un pequeño himenóptero de origen asiático perteneciente a la familia Cynipidae. Es muy pequeño, mide alrededor de 2,5 milímetros, y se desarrolla en el interior de las yemas del castaño para formar agallas (hinchamiento del árbol para defenderse del ataque).

La presencia de este organismo de origen asiático preocupa al sector, ya que se trata de uno de los más perjudiciales para los castaños al disminuir su fructificación. La plaga se ha detectado, de momento, en el paraje de El Juanar, en Ojén, y también en algunos castañares aledaños situados en Monda. La Delegación de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga celebró ayer una reunión con los agricultores para informarles sobre la incidencia de este insecto y las actuaciones previstas.

Según Asaja, la Consejería de Medio Ambiente ya ha iniciado los trabajos de emergencia para el control y erradicación de la plaga. En la zona trabajan 50 técnicos para eliminar toda la vegetación del castañar susceptible de ser foco de infección y propagación de esta plaga. Los castañares afectados están situados tanto en monte público como en fincas privadas. Alrededor se ha creado una zona de control de 10 kilómetros.

Según el técnico de Asaja Málaga en Ronda, José Carlos Ruiz, este organismo fue incluido en 2003 en la lista de la Organización Europea para la Protección de las Plantas y está regulado como organismo de cuarentena en la UE. Asaja aconseja a los productores que «extremen la precaución» y no importen material vegetal de otras zonas. «Además, es de suma importancia que, ante la más mínima duda de presencia de la plaga, lo comuniquen inmediatamente a la Oficina Comarcal Agraria o al agente forestal de la zona», dijo.