­Málaga se prepara para un verano que se presenta complicado en cuanto al riesgo de incendios, después de padecer un invierno especialmente seco en comarcas como la Serranía de Ronda o la Axarquía. No obstante, las administraciones se preparan desde hace meses de la «mejor manera posible», según el nuevo marco reglamentario regional, con novedosas campañas dirigidas a residentes de urbanizaciones y casas aisladas en los municipios litorales de mayor masa forestal.

Los responsables autonómicos en la provincia recuerdan que el Plan Infoca cerró el periodo estival de 2013 con un balance bastante positivo: menos de 100 hectáreas afectadas por el fuego. Fue el segundo mejor registro en la última década, como señala el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo. Sin embargo, el marco actual es bien distinto al de hace 12 meses. Porque además de la falta de humedad que ha deparado en términos meteorológicos el último invierno, está previsto que además el verano sea caluroso y escaso en precipitaciones. No queda más remedio que estar muy pendientes de los posibles vientos y de la necesidad de que la ciudadanía extreme sus precauciones, «evitando las temidas hogueras o barbacoas».

La Junta de Andalucía insiste en este aspecto: «Las hogueras, aunque la población intente no originarlas y muchas veces se produzcan de forma imprudente, involuntariamente, son una de las causas más recurrentes en los incendios. Aunque estadísticamente no se reflejen demasiado, en los últimos años han estado detrás de fuegos tan dañinos como los de Barranco Blanco, de hace dos temporadas, u Ojén, el año anterior».

La Delegación del Gobierno andaluz en Málaga recuerda que las condiciones meteorológicas de este año ya han empezado a propiciar incendios en varias provincias levantinas, como Valencia o Alicante, o en Almería. Ruiz Espejo subraya que para mejorar la prevención se han mantenido encuentros con propietarios de viviendas aisladas o situadas en urbanizaciones próximas a zonas de riesgo en más de una docena de municipios del litoral malagueño. De esta forma se cumple asimismo con el Plan de Emergencias por Incendios Forestales de Andalucía, ya reseñado como Plan Infoca, que figura en el decreto 371/2010 de 14 de septiembre. Dicho reglamento especifica que, junto a la necesidad de analizar el riesgo de las zonas o el historial de cada territorio, debe de tenerse en cuenta la vulnerabilidad en función de personas, bienes y espacio medioambiental que presenta cada enclave con riesgo de fuegos.

También cumple un papel decisivo el sistema de emergencias 112 que en la provincia, de junio a octubre del pasado año, atendió un total de 2.709 llamadas en relación a incendios forestales. Un total de 1.406 desencadenaron la activación de distintos organismos y se derivaron al Infoca hasta 194.

Una de las novedades de la anterior campaña fue la aplicación de un dispositivo de geolocalización, al objeto de «conseguir una mayor seguridad para efectivos y agentes, así como una mejor planificación de la lucha contra el fuego». Dicho dispositivo, a través de GPS y telefonía móvil, volverá a emplearse, mediante su integración en la unidad desde la que se controlan los medios aéreos, terrestres o retenes desplazados.

José Luis Ruiz Espejo insiste en que de los más de 100 municipios de la provincia, 73 se encuentran incluidos como «potencialmente en zona de peligro». Por este motivo, ya durante el pasado verano se invirtieron en Málaga 22,9 millones de euros, de los que 13,5 se destinaron a la prevención y los 9,3 millones restantes a la extinción.

La provincia volverá a disponer, como el pasado año, de un total de 51 grupos locales de «pronto auxilio», integrados por 543 voluntarios que apoyan el dispositivo del Infoca, compuesto en 2013 por un total de 598 profesionales y adscritos todos a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.

El dispositivo para luchar contra el fuego

Las condiciones meteorológicas permitieron que el pasado año sólo resultaran afectadas por el fuego 98,83 hectáreas en la provincia, de las que 86,61 hectáreas correspondían a matorral y las 12,22 restantes a superficie arbolada. Para intentar que dichas cifras históricas no sean mucho más significativas, la Junta ya dispuso el pasado año y vuelven a estar ya prácticamente operativos 10 vehículos pesados para extinción, dos vehículos nodriza, 142 vehículos todo terreno de transporte, una unidad móvil de meteorología y transmisiones, dos helicópteros de transporte y extinción, otro bombardero, uno más de transporte de brigadas y extinción, un avioneta de carga en tierra, dos aviones anfibios y dos avionetas de coordinación.