Queda poco menos de un año para las elecciones municipales y el resultado de los comicios europeos ha mandado un mensaje de cambio que puede poner del revés la política local. Es cierto, como se apresuran a reconocer todos los partidos, que los datos no son extrapolables. Sin embargo, sí que pueden dar una idea de las tendencias que se aprecian en los movimientos de los votantes y que muestran una fuga de votos del PP y del PSOE.

Los dos partidos mayoritarios se han dejado 55.000 votos respecto a 2009, en las anteriores elecciones europeas, pese a que ha aumentado la participación en la capital en cuatro puntos. No obstante, la lectura tiene matices si se analiza al PP o al PSOE. El desgaste del PP ha sido mayor, con 32.000 votos menos, frente a los 23.000 perdidos por los socialistas. Esto supone un vuelco a nivel local en la relación de fuerzas. El PSOE vuelve a ser el partido más votado en la capital desde 2008, ganando en cinco de los once distritos electorales de la ciudad, y precisamente entre los más poblados.

No obstante, la portavoz socialista, María Gámez, no quiere echar las campanas al vuelo: «Los resultados no son para la euforia, son para estar contentos y trabajar más». Gámez entiende que hay un aval al trabajo que está realizando su grupo municipal, y advierte de que no se pueden analizar todos los datos a nivel local, pero sí que hay un rechazo «a los recortes, la presión fiscal y el maltrato a los menos favorecidos».

El portavoz del PP, Mario Cortés, coincide en que un alto componente de esta fuga de votos es «un castigo al Gobierno», y asegura que el voto en las elecciones europeas no tiene el mismo comportamiento que en las locales, donde importa más el candidato.

«En muchos barrios donde gana el PSOE en las elecciones generales o andaluzas, Paco de la Torre consigue la victoria en los comicios locales», insiste Cortés, quien lamenta la falta de movilización del electorado de su partido. «Entiendo que hay muchos votantes históricos del PP que no han votado por su disconformidad con los recortes, aunque estas políticas estén dando sus frutos», insiste Cortés.

Para el portavoz popular la clave también se encuentra en la irrupción de partidos pequeños, ya que no se produce una migración de votos entre el PP y el PSOE, sino una disgregación, que en el caso de su partido se dirige a UPyD y Vox.

Trasladar los resultados de las elecciones europeas a las elecciones locales permite hacernos una idea de la magnitud del vuelco. Si los resultados del domingo se convierten en concejales, el pleno municipal quedaría con 10 concejales para el PP (ahora tiene 19), otros 10 para el PSOE (9) y 4 para IU (3) aunque a 70 votos de conseguir un quinto a costa del PP. A esto habría que sumar otros 4 ediles para UPyD y 3 de Podemos.

El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Eduardo Zorrilla, apunta que los datos europeos «marcan una tendencia a nivel general, que se acentúa en las grandes ciudades». «Paco de la Torre ha tenido una gran ventaja porque ha acudido a todas las elecciones desde 1999 con el PP al alza y, por primera vez, la tendencia del PP es a la baja», analiza Eduardo Zorrilla, quien considera que la irrupción de UPyD y Podemos «no es un problema, sino una oportunidad para converger con otras fuerzas de izquierda y seguir sumando».

El caso de UPyD es paradigmático, ya que se ha convertido en la tercera fuerza en la capital en cuatro distritos electorales, superando a IU, mientras que Podemos se aupa a la tercera posición en el distrito Centro. El auge de estas dos formaciones puede alterar el reparto de fuerzas en 2015.