La comisión del Centenario de Picasso llevó a una representación de la cultura malagueña a visitar al Rey a Madrid. En cabeza de esta representación fue el entonces alcalde de Málaga Pedro Aparicio, que explicó al monarca cómo Málaga iba a ponerse en el mapa de la cultura gracias a ser la ciudad que vio nacer y que acogió durante muchos años al genial pintor. En aquella época se estaba expropiando la futura Casa Natal, en la esquina de la Plaza de la Merced, que como cuenta el concejal de Cultura de entonces, Curro Flores, albergó durante mucho tiempo una pollería.