La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) calcula que las matriculaciones en Málaga -incluyendo particulares, empresas y rent a car- subirán este año un 3% hasta rozar las 20.000 unidades siempre y cuando el Gobierno mantenga las ayudas del plan PIVE, que tan buenos resultados ha dado durante la primera parte del ejercicio. Las ayudas de la quinta edición del Plan PIVE se agotaron este pasado martes y se espera que el Gobierno apruebe mañana en el Consejo de Ministros una nueva edición, según recordó ayer el presidente de la Asociación Malagueña de Automoción (AMA) y gerente del concesionario Garum Motor, Juan Peña.

La evolución del mercado en los cinco primeros meses del año en el canal de particulares y empresas ha sido «muy favorable», según Peña, que cree que el verdadero termómetro del sector lo constituyen las compras de particulares y las empresas (unas 18.500 operaciones el año anterior), y no tanto el segmento de rent a car. Descontando este último canal, las ventas durante 2014 han experimentado un crecimiento del 18% en lo que va de ejercicio y podrían cerrar con un alza superior al 10%, comenta el responsable de AMA.

«Se nota más confianza en el comprador, es un cambio de feeling. Podemos decir que empezamos a ver las cosas de otro color. Si antes hemos estado muy graves, ahora podríamos pasar a planta», comenta Peña, que no obstante afirma que la rentabilidad para la mayoría de los concesionarios -que actúan en una especie de régimen de franquicia de las grandes marcas- sigue siendo escasa. «Quienes ganan dinero son las multinacionales, no los concesionarios», comentó. Las buenas perspectivas de matriculaciones son extensivas a todo el país. Andalucía subirán del orden de un 4% en 2014, hasta alcanzar las 79.680 unidades, y en España, el mercado de nuevos crecerá del orden del 14,8%, con 830.000 unidades previstas al cierre del ejercicio.

Ganvam recordó que el PIVE está actuando como palanca de recuperación. De hecho, Andalucía concentra el mayor volumen de operaciones sujetas al PIVE, con el 15,7% del total del mercado, lo que ha impulsado las ventas un 18% hasta mayo, con 34.799 unidades, dos puntos por encima de la media nacional. No obstante, la patronal condicionó la recuperación real del mercado a la normalización de la curva económica y, sobre todo, a la apertura «definitiva» del grifo de la financiación «tanto para los compradores que deben soportar todavía unas exigencias de garantía demasiado elevadas como para los vendedores que precisan de crédito para su circulante».

Sin embargo, Ganvam coincidió en que la vuelta a la rentabilidad de los concesionarios se está viendo lastrada por la difícil situación que atraviesa la posventa, consecuencia de un parque de vehículos cada vez más antiguo, donde se realizan cada vez menos reparaciones y de menor cuantía, y donde la lacra de los talleres ilegales -que representan la cuarta parte de las reparaciones totales- genera unas pérdidas de unos 1.000 millones anuales al sector legalmente establecido.