El Ayuntamiento y Limasa han encargado una auditoría interna para poder determinar el futuro de la empresa, cuando falta menos de tres años para que finalice el contrato con los actuales adjudicatarios.

El alcalde, Francisco de la Torre, adelantó ayer a La Opinión de Málaga que se ha encargado la realización de una auditoría interna, «en la que colaboran los socios privado dentro de su asistencia técnica y sacaremos la conclusión al respecto».

La auditoría estudiará, según explicó De la Torre, los distintos modelos de gestión posible, tanto en lo que respecta al tipo de sociedad -que sea totalmente pública o privada, o mixta, como en la actualidad, pero pudiendo cambiar la proporción de los socios-, como al modelo de servicio.

Al respecto, el alcalde explicó que todas las probabilidades están en estudio: «que cien por cien privado, todo municipal, a mitad como ahora, dividir la ciudad por zonas o sacar varios concursos según el servicio, uno para limpieza, otro para recogida... Hay muchas alternativas. Una de las conclusiones de la auditoría que estamos haciendo, una de ellas debe ir en la línea de lo que hay que hacer».

Todo es posible

La auditoría se hace para ver que modelo de gestión se adoptará desde 2017, cuando acabe el actual contrato, pero, según el alcalde, también está en estudio la posibilidad de prorrogar el actual contrato que prevé la posibilidad de ampliarlo ocho años más. De la Torre indicó que «no hay una idea predeterminada de ampliar el contrato; la prórroga no es lo que más me guste, pero no la descarto. Hay que sopesar ventajas e inconvenientes. Si hay un ritmo distinto de amortización de las inversiones, no lo descarto. Pero lo ideal es un nuevo marco».

La dirección de Limasa ya encargó un estudio interno en 2012 sobre viabilidad de la empresa que defendía la municipalización como mejor modelo de gestión.

El estudio señalaba que municipalizar entonces la empresa, cinco años antes de que termine la adjudicación del contrato en marzo de 2017, supondría un ahorro económico que estaría entre los 21 y los 47 millones de euros en ese periodo, que saldrían principalmente de conceptos como el IVA, los alquileres, la amortización de deuda y otros capítulos.

El informe, que la dirección de Limasa puso en conocimiento del alcalde y del comité de empresa, oscilaría entre los 21 y los 47 millones de euros, dependiendo del tratamiento que se le dé al IVA.

El informe hacía un estudio sobre el ahorro que supondría no pagar la asistencia técnica a los socios, cifrado en unos 9 millones de euros; el ahorro por el impuesto de sociedades, por la compensación económica establecida para los socios privados y por un nuevo periodo de amortización de la deuda.

A partir de ahí y en función de las deducciones posibles del IVA se establecían tres opciones. La opción A, que contemplaba una menor deducción del IVA y fijaba un ahorro de 21 millones; la opción B,con una dedución media del IVA, que fijaba un ahorro de 29 millones y la opción C, que preveía una dedución total del IVA y fijaba un ahorro de 47 millones en los cinco años que restaban de contrata.