La reforma fiscal aprobada por el Gobierno podría permitir ahorrar a partir de 2015 entre 600 y 700 euros al año a los cerca de 50.000 autónomos malagueños que tributan por estimación directa -la mitad del total dado de alta actualmente en la provincia-, según los primeros cálculos de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) y de la Asociación Provincial Intersectorial de Autónomos de Málaga (CEAT). Además, la ATA añade que los aproximadamente 20.000 trabajadores por cuenta ajena con ingresos anuales inferiores a 12.000 euros serán los que más se beneficien de la reforma, ya que Hacienda les reducirá además las retenciones por IRPF a partir de julio hasta el 15%, lo que les permitirá ahorrarse hasta final de año otros 250 a 300 euros adicionales. Se da la circunstancia de que este colectivo de autónomos que presenta ingresos más bajos es cada vez más representativo, precisamente por la dinámica que ha generado la crisis.

«Durante los últimos tiempos se están dando de alta como autónomos muchas personas que han perdido su trabajo como asalariados y que tratan de generar su propio empleo. No hablamos por tanto de proyectos y actividades consolidadas sino de iniciativas personales que luego, sobre la marcha, se ve si prosperan o no. Esos autónomos se mueven en esos umbrales de ingresos por debajo de los 12.000 euros», apunta Sánchez, que matiza que en tiempos de bonanza la composición del tejido de autónomos sí responde a un perfil de negocio más consolidado y, por tanto, de mayor facturación.

Los números al alza del Régimen del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) confirman desde luego un resurgir de altas. En el último año el número de trabajadores adscritos al sistema ha aumentado en Málaga un 6%, con lo que la provincia ha vuelto a superara ya la cifra de 100.000 autónomos, rozando el techo de 102.000 que se alcanzó justo antes de la crisis. Y el perfil de los nuevos autónomos, según coinciden los expertos, está dominado por el de personas que, tras perder su trabajo, optan por capitalizar el paro y emprender.

La responsable de CEAT, no obstante, echa de menos que esta mayor rebaja fuera generalizada para todos los autónomos -las retenciones pasan del 21% al 19%- y, sobre todo, que hubiera venido acompañada de un descenso en las cotizaciones que estos trabajadores abonan a la Seguridad Social. «La reforma va a dejar algo más de liquidez en los bolsillos pero a nuestro juicio se ha quedado corta. Además, y hablando ya a nivel más general no aborda cuestiones importantes como la tributación de extranjeros residentes, que tanto afecta a Málaga, o la desigualdad de impuestos entre las diferentes comunidades autónomas», comenta Sánchez, también secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM).

Por su parte, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, coincide en que los «grandes beneficiados» serán los autónomos de rentas bajas, que tendrán de inmediato un ahorro de hasta 50 euros en su factura fiscal al mes. Amor valora que la reforma no haya incluido subidas de IVA, ya que «hubiera sido un puntillazo en todo el lomo», y añade que va «bien encaminada», ya que «facilita liquidez» a los autónomos. Sin embargo, admite que le habría gustado que la reforma hubiera «llegado más lejos»; por ello, la ATA solicitará a Hacienda en el periodo de consulta pública del anteproyecto que las retenciones generales para autónomos se reduzcan más, y caigan el entorno del 17% o el 18%. La ATA sí ve positivo que la reforma haya mantenido el sistema de tributación por módulos para todos los trabajadores con rentas bajas y los que tengan una actividad directamente vinculada a particulares (comercio, hostelería, taxi, por ejemplo) así como en agricultura, ganadería y pesca. Este sistema es usado por más de 560.000 autónomos en toda España (del total de 3,1 millones que hay en el país).

«La reforma fiscal pone fecha de caducidad al esfuerzo que han venido haciendo los autónomos en los últimos años y al castigo fiscal sufrido y supone un importante paso para recuperar el consumo, la demanda y la actividad económica, afirma el presidente de ATA. No obstante, llama también a la Administración a reducir las trabas administrativas para los autónomos, algo a su juicio «tan importante o más que reducir impuestos, desde el punto de vista de que las trabas nos cuestan tiempo y dinero».