­El dinero dejó de manar en 1588. Las obras de la Catedral de Málaga estuvieron paralizadas 140 años hasta que se pusieron de nuevo en marcha en el siglo XVIII con un reto muy delicado: había que unir la parte renacentista de la Catedral con la nueva obra barroca. ¿Empujaría la parte nueva a la vieja?

El Cabildo tenía dudas de que el maestro de obra, el malagueño Antonio Ramos, llevara a buen puerto el trabajo, así que llamó al prestigioso arquitecto madrileño Ventura Rodríguez para que escribiera un dictamen sobre la operación.

Don Ventura, que se aloja en el hostal de la Flor de Lis, en el Camino de Vélez, examina la obra y su conclusión no puede ser más favorable para el malagueño: la «ejecución pueden muy bien fiarla a la práctica y la inteligencia del Maestro Don Antonio Ramos, en quien hallo concurren los requisitos necesarios».

Pero además, el arquitecto que trabajó en el Palacio Real, el Pilar de Zaragoza y que realizó las fuentes de Cibeles y Neptuno realizó los planos de un tejado a dos aguas de madera y tejas para la Catedral, a su juicio, una solución urgente y el único remedio posible: «para que con el agua y las humedades no se recale, como se ha recalado la iglesia, no hay otro remedio (...) haciéndonos ver la experiencia lo perjudicial que es a la fábrica estar descubierta».

Casi 250 años después, las últimas obras de 2009 en las bóvedas, con una inversión de 1,7 millones costeada por la Junta, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento, que aportó el dinero del Obispado, han ignorado la propuesta de Ventura Rodríguez.

Málaga por su Catedral

Coincide el aniversario este año con la reciente constitución de la asociación ciudadana Málaga por su Catedral, que aboga por la terminación del Templo Mayor. Precisamente, el pasado viernes miembros de la asociación visitaron el paseo turístico por las bóvedas, que ha costado 300.000 euros, se abrirá este verano y ha sido realizado por el arquitecto madrileño Gabriel Ruiz, el autor del plan director de la Catedral, un documento que ya se encuentra en manos del obispo, a la espera del visto bueno de la Junta de Andalucía.

Para Diego Estrada, arquitecto, ingeniero industrial y presidente de Málaga por su Catedral, este nuevo paseo retrasará la solución aportada por Ventura Rodríguez, de ahí que califique de «triste aniversario» la conmemoración de esta fecha.

El presidente lamenta además las obras de 2009, la famosa segunda piel aplicada a las bóvedas para evitar goteras y que en 2011 ya presentaba grietas. «Es una obra fallida, el autor del proyecto no puso juntas de dilatación y la obra se ha rajado», precisa. En su opinión «habría que construir el tejado a dos aguas de Ventura Rodríguez y Antonio Ramos, es la solución que encontramos en todas las grandes iglesias de Málaga». «No se puede tener esa plataforma horizontal con 23 bóvedas, el agua se estanca y hay que darle pendiente con un tejado inclinado. Con una cubierta con cerchas metálicas y sobre ella el rasillón de obra y teja árabe no se filtra en la vida», añade.

Estrada hizo alusión además al recubrimiento fallido, que supone «700 kilos de peso por metro cuadrado» sobre las bóvedas. El presidente defiende la retirada de estas «3.500 toneladas de escombros», algo que, resalta, las administraciones debían haber programado antes de peatonalizar el entorno de la Catedral.

El responsable de Málaga por su Catedral defiende concluir el templo pero siempre con prioridades: «La segunda torre es una decoración, lo importante es terminar con las humedades que motivan que trozos de bajorrelieve de las bóvedas puedan caer sobre los visitantes y por eso hay colocadas esas redes».

E incluso propone una fecha para su terminación: «La Catedral arranca en 1526, faltan doce años, en 2026, para que se cumplan los 500 años. En ese tiempo se puede terminar la Catedral», plantea.

«Es algo que se puede hacer pero falta voluntad política», lamenta. El presidente calcula que bastaría con 7 millones de euros, más un millón y medio más para retirar el recubrimiento de 2009. Un objetivo que se podría alcanzar a través del mecenazgo.

Uno de los más antiguos defensores de la conclusión del Templo Mayor, el aparejador de la Catedral Fernando Ramos, resalta que la cubierta propuesta por Ventura Rodríguez «es la única solución y la lleva esperando la Catedral 250 años».

Fernando Ramos disiente de la opinión de algunos expertos de que la Catedral está concluida tal como está. «Es mentira, la Catedral es una obra paralizada, tuvo una primera fase en el XVI, la segunda en el XVIII y la tercera durante los años de la escuela taller».

El aparejador, responsable de las escuelas taller de la Catedral, recuerda que el Templo Mayor «no tiene ninguna unidad arquitectónica terminada, incluidos los elementos iconográficos, como las hornacinas vacías de las puertas».

La urgencia reclamada en 1764 sigue sin hacerse realidad en una Catedral de Málaga sin tejado y por tanto, con humedades que ya son seculares.