Las estafas son sin duda los delitos más habituales que se cometen aprovechando el supuesto anonimato que proporciona la red. En 2012, se produjeron 20, frente a las 34 de 2013 y las 19 de 2014, según los datos del Servicio de Criminalidad Informática de la Fiscalía Provincial de Málaga.

Lo habitual es que la persona que quiere vender un determinado artículo cuelgue en diversas plataformas su anuncio de venta. En muchas ocasiones, el que compra adquiere alegremente el producto, sin hablar siquiera con el vendedor, y le envía el dinero por ejemplo antes de que le llegue el objeto de deseo. Se han dado casos de personas que han comprado móviles y les ha venido de vuelta una piedra liada en periódicos. Por eso en la red hay que extremar las precauciones.

Si se trata de empresas hay que examinar la web de la sociedad que vende el producto para tratar de determinar si es seria, así como la forma de pago propuesta. Si además hay sede física, el asunto mejora.

A lo largo de 2013 también se incoaron otros procedimientos judiciales que investiga la Sección de Criminalidad Informática: daños, sabotajes o denegación de servicios (siete); accesos no autorizados a datos, programas o sistemas (13); un delito de descubrimiento y revelación de secretos particulares; seis de acoso a menores de 13 años, un delito contra la propiedad intelectual, nueve de injurias y calumnias y seis de amenazas y coacciones. También hubo siete expedientes judiciales de diversa naturaleza.