Economía

La banca cierra casi un tercio de oficinas y finiquita la herencia del boom inmobiliario

La optimización de costes, el fin del negocio hipotecario y la ola de fusiones provocan el cierre de 436 oficinas en seis años

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Los bancos han clausurado ya 436 sucursales en Málaga en los últimos seis años, lo que representa casi un tercio de las más de 1.400 que llegó a haber operativas en la provincia hasta el estallido de la crisis, según los últimos datos el Banco de España correspondientes a marzo de 2014. La oleada de fusiones en el panorama bancario español, la imperiosa necesidad de ahorrar costes y, también, la creciente realización de operaciones a través de internet han llevado a las entidades financieras a un proceso constante de cierre de oficinas que, de paso, ha finiquitado el excedente que dejaron los años del boom inmobiliario.

Entre los años 2002 y 2008, el sector financiero se lanzó a una alocada carrera de aperturas en las que participaron muchas antiguas cajas de otras comunidades autónomas y bancos extranjeros que desembarcaron en la provincia sólo para competir por el pastel de las hipotecas. El parque de sucursales aumentó así durante esos años de 1.000 a 1.407 oficinas. El camino ahora es justo el contrario, con la diferencia de que, según los expertos, la tendencia a la baja tendrá aún mucha continuidad durante los próximos meses.

«Tras un proceso de concentración de entidades bancarias como el que se ha vivido en España seguirá habiendo, sin duda, una tendencia insistente a la agrupación de oficinas. Antes se abría una sucursal en una zona para tener más presencia geográfica o porque estaban otras entidades y había que estar también. Eso se ha perdido. Ahora lo que prevalece es la rentabilidad de las sucursales. La que no sea rentable, cerrará», afirma el vicedecano del Colegio de Economistas de Málaga, Antonio Pedraza, con una amplia trayectoria en el sector de la banca. El solapamiento entre oficinas -cuando en una misma calle o zona coinciden varias de bancos que se fusionan- está detrás de muchas clausuras aunque en otros casos es la necesidad de ajustar las cuentas de resultados las que llevan a los bancos a meter la tijera en su red de sucursales. «La presión es mucha y es difícil para los bancos sacar el margen necesario. Por eso el sector continúa en un proceso de redimensionamiento», apunta.

Pueblos sin oficinas

Pedraza advierte de que la situación más dura se da en las zonas del interior de la provincia, con municipios que ya no cuentan con ninguna oficina (hay varios casos en la Serranía de Ronda o en el interior de la Axarquía). «Dentro de Málaga capital, por ejemplo, el cierre se ha hecho de forma más racional porque cuando cierras una oficina lo que haces es que otra cubre más zona. Pero el problema es sangrante para algunos pueblos», opina. Los sindicatos hablan en ese sentido de un riesgo de «exclusión financiera» para las personas de estos pueblos, que se ven obligados a desplazarse a otras localidades para hacer sus gestiones bancarias.

¿Hasta dónde pueden llegar la contracción? Nadie lo sabe precisar aunque algunos ven un suelo de oficinas cercano a las 900 en Málaga, lo que equivaldría a volver al nivel de finales del pasado siglo.

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