­Los usuarios podrán viajar en el metro de Málaga llevando su bicicleta, en una apuesta por promocionar este medio de transporte e integrarlo con la propia red del suburbano.

La guía del usuario, publicada por la concesionaria Metro Málaga, detalla las normas de uso de esta infraestructura. Entre ellas destaca la autorización para llevar bicicletas dentro de los trenes, aunque con algunas condiciones. Así, se establece que cada viajero sólo podrá llevar una bicicleta y únicamente coincidiendo dos bicicletas por vagón, en los espacios habilitados para su transporte.

Que se permita el transporte de las bicis no implica su uso, qué está prohibido tanto en las estaciones como dentro de los vagones. Ocurre igual con los patines, que no se podrán usar en la red de metro.

Para acceder a las estaciones, Metro Málaga permite el uso de escaleras mecánicas y ascensores, aunque siempre que no estén saturadas. En el caso del ascensor, los carritos de niños y las personas con movilidad reducida tendrán prioridad sobre las bicicletas.

Con idea de facilitar el uso del metro por el mayor público posible, Metro Málaga acepta la entrada de viajeros con carritos para bebés, que «siempre estarán autorizados o permitidos» si no hay una excesiva aglomeración de personas.

La eliminación de barreras arquitectónicas es clave en el diseño de estaciones. Esto incluye elementos como rampas para el acceso de personas con poca movilidad, ascensores, un suelo rugoso en los andenes para que los invidentes puedan identificar la cercanía de las vías y máquinas expendedoras de billetes para discapacitados. Además, se permite la entrada de perros guía, tanto acompañando a una persona ciega como en proceso de adiestramiento y acompañado por su entrenador.

El uso del metro incluye una serie de normas que buscan asegurar la convivencia entre usuarios y la prestación del servicio. La guía del usuario prohíbe de forma expresa comer y beber dentro de las instalaciones del metro, tanto en los trenes como en las estaciones.

Eso supone que la persona que come un bocadillo en una estación o en un tren se expone a que la impongan una multa, de carácter leve, pero que puede ascender hasta los 270 euros.

El metro de Málaga intentará además huir de esa imagen popular de estaciones del metro en la que se distribuye publicidad en mano, hay carteles pegados en las paredes, un mantero vendiendo artesanía o un trilero que aparece en las películas. Por ello, se prohíben de forma expresa estas actividades, incluida la mendicidad o los sorteos. Eso sí, se abre la posibilidad de pedir autorización a Metro Málaga.

La guía del usuario en cambio, no hace ninguna referencia expresa que prohíba tocar música en las estaciones, algo que, en principio, podría estar permitido. Sólo se veta el uso de equipos de música o radio sin auriculares, aunque no se especifica nada sobre instrumentos.

Sí se incluye, por cierto, el veto a la grabación de vídeos o toma de fotos dentro de las instalaciones del metro. Habría que pedir una autorización antes, pero la idea de entrar en el metro y hacerse un selfie en el andén o grabar la llegada del tren para subirlo a un canal de Youtube no gusta mucho a la concesionaria, que lo sancionaría como falta leve. Hay que pedir permiso antes.

El catálogo de normas que se han elaborado para el metro de Málaga incluye algunas recomendaciones que buscan facilitar el uso del metro. Así, insiste en que no se entre en los vagones hasta que hayan salido todos los viajeros que se bajen en cada parada. Es decir, lo que viene a ser la clásica norma de educación «dejar salir antes de entrar».

Por motivos obvios de seguridad, Metro Málaga establece determinadas prohibiciones como asomarse al exterior de las ventanas del tren, aunque no hay ventanas en los vagones fabricados por CAF. También advierte contra determinadas actuaciones como entrar en el tren cuando ha sonado el aviso de cierre de puertas, entrar en las cabinas de los conductores, subir o bajar del vehículo en movimiento o forzar la apertura de las puertas de los vagones, entre otros aspectos.

Por cierto, que las mascotas sólo se podrán llevar si van en receptáculos adecuados, siempre que no superen los 10 kilos de peso o que sean perros considerados peligrosos.

La concesionaria no sólo incluye los deberes de los usuarios, también las obligaciones que asume para mantener el servicio. Entre ellas se compromete a hacer «al menos una limpieza diaria» de las instalaciones y trenes. Además, se realizará «su desinfección, desinsectación y desratización dentro de los plazos marcados» por la normativa vigente, facilitando los certificados que acrediten estas actuaciones al ciudadano.

Los usuarios podrán recuperar el importe de su billete siempre que el servicio se interrumpa durante más de una hora, por lo que el personal le extenderá un justificante para proceder a su reintegro. Además, también se prevé devolver el billete si hay un retraso en el tren de más de 15 minutos cuando la frecuencia de paso sea inferior a los 8 minutos, algo que se produce de lunes a viernes hasta las 20.00 horas. También si se produce un intervalo entre trenes que dupliquen la frecuencia de paso prevista, que en el caso de los fines de semana y horario nocturno serían 20 minutos.

Metro Málaga ha diseñado un mapa del metro con los itinerarios en servicio, además de los que están en obras o pendientes de inicio, que se distribuirán entre los usuarios. Este plano, que incluye en la parte trasera información básica sobre el uso de esta infraestructura, incluye información turística del Centro, con los principales monumentos de la ciudad. De hecho, se editará una parte de estos mapas en inglés para los turistas que utilicen el suburbano.