El Gordo Espinilloso nunca hará buenas migas con la Fashion Victim ni tampoco con el Culturista Dopado... y a estos les pasa lo mismo. Cada personaje pertenece a una tribu urbana distinta: frikis, pijos y canis -en malagueño serían chusmones- que miden sus fuerzas en un escenario virtual cuidado hasta el detalle, la ciudad de Urban.

La ciudad ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de las empresas malagueñas Talitasia y Nixure, que la próxima Navidad quieren estrenar para los internautas de todo el mundo el juego de estrategia gratuito Urban Fights.

Talitasia se encarga de la programación, mientras que del diseño general de escenarios y personajes, Nixure, una compañía que desde enero del año pasado, da sus primeros pasos en la incubadora de empresas de La Virreina.

«Es un juego cooperativo y descooperativo porque tú tienes que hacer alianzas y cooperar pero sólo con los de tu tribu», cuenta Miguel Leiva, ilustrador y diseñador de personajes, además de creador de las bases y del interfaz. El objetivo del videojuego, que se ofrece para cualquier tipo de dispositivo, es tomar la mayor parte de la ciudad y gana quien se hace con el Ayuntamiento.

El guionista del juego es Víctor Hernández, de Talitasia, que cuenta que costó convertir en imágenes Urban Fights «porque los diseñadores nos dejaban tirados, hasta que en una reunión en el PTA, se lo propusimos a Nexure».

De esta última empresa también forman parte el ilustrador y diseñador Victor Andrey, que entre otras cosas se ha dedicado a colorear los personajes y la ilustradora Maite Baena, que además de diseñar las tribus ha pasado las imágenes a vectores.

Niños de papá, frikis vestidos de dibujos japoneses y hasta un pitbull de muy malas pulgas conviven con otros personajes de las tres tribus en este escenario, que cuenta con casas diseñadas para cada grupo: las de los años 60 de un barrio masificado para los canis, los bloques clónicos de la Costa para los frikis y viviendas de lujo, claro, para los pijos.

En cuanto al funcionamiento, en los enfrentamientos intervienen muchos factores, desde el número de contendientes de cada tribu hasta el tiempo que tardan en acceder al lugar de la batalla o la zona de ataque y con todo ello, «un sistema matemático determina quién es el ganador», precisa Miguel Leiva.

Y si algo diferencia al videojuego malagueño de otros juegos de estrategia es el tiempo: la duración media es de tres meses y no la eternidad, como ocurre en este tipo de entretenimientos.

Pero ¿y las ganacias? En Urban Fights radican en las mejoras visuales que los internautas pueden comprar para los personajes. Accesorios para ellos o para el barrio de cada tribu, que cuenta con un centro de operaciones acorde con su estilo: «Los canis se reúnen en un parque, los frikis en un salón manga y del cómic y los pijos en un centro comercial», detalla Miguel Leiva.

Tras el verano estará lista la versión alfa; la beta en otoño y para Navidad, la versión final, que pronto quieren traducir al inglés y alemán.

Cuando a estos diseñadores malagueños se les pregunta en qué tribu se sienten más cómodos ninguno lo duda un instante: «En la de los frikis». La web del juego: www.urbanfights.com.