Con varios libros y un centenar de artículos científicos publicados, este profesor de la Facultad de Economía de Málaga está acostumbrado a llenar auditorios, tanto en España como en el extranjero. Sus conferencias sobre economía de la salud y la realización de modelos econométricos no suelen dejar indiferente a nadie. Acaba de publicar, junto a la Fundación Madeca, un informe sobre las claves del mercado de trabajo en la provincia de Málaga. Con los exámenes finales recién corregidos, atiende a La Opinión de Málaga en su despacho. Confiesa que, a pesar de esta crisis económica, pensar en positivo es una de las claves para seguir adelante. Su voz desprende la determinación de quien se sabe seguro de lo que está hablando. Evoca los valores de la formación continua, como una de las principales herramientas para sobrevivir en un mercado laboral que se restringe cada vez más para aquellos que no tienen un valor añadido que aportar.

¿Ha notado usted que ha cambiado la percepción que tiene la gente de la economía desde el inicio de la crisis? ¿Piensa que ahora le importa más?

Yo creo que sí. Además, eso está contrastado por las encuestas que hace el CIS periódicamente. La preocupación por términos económicos, a lo mejor no por la economía en general, pero sí por el paro y ese tipo de cosas ha crecido en los últimos tiempos. Antes, nadie podía pensar, ni sabía lo que era la prima de riesgo. Luego, vimos todos cómo pasó a ser una conversación cotidiana.

De ser conversación de café, parece que la prima de riesgo ha pasado de nuevo a un segundo plano. ¿es una buena señal?

Ahora parece que se ha estabilizado un poco y se ha llegado a unos niveles decentes. Pero no hay que olvidar que llegamos a estar con una prima de riesgo de 600. La prima de riesgo es un problema de mercado. Hoy es muy difícil poder determinar de una manera absoluta las causas exactas de los movimientos financieros. Resulta muy difícil diferenciar entre movimientos meramente especulativos y aquellos que tienen un sustrato real. Entonces, ¿por qué está ahora más baja la prima de riesgo? Porque, evidentemente, hay más confianza en el bono español. Cuando un bono es un bono basura para intentar colocarlo hay que pagar mucho. Y como la prima de riesgo es el diferencial del bono español con respecto al bono alemán, si en el alemán se confía mucho y en el español se desconfía, obviamente el precio que hay que proponer al inversor tiene que ser muy alto. Ahora, el bono español se ha hecho más confiable, por lo tanto esa prima de riesgo baja.

En ese sentido, más que las políticas de austeridad, ¿el Banco Central Europeo ha sido mano de santo para que baje la prima de riesgo?

El BCE tiene una grandísima responsabilidad. Cuando dejaron de tener poder de decisión los bancos centrales nacionales obviamente toda la operativa que antes realizaban ahora está en manos del BCE. Sobre todo, tiene un instrumento que es la política monetaria. Sobre ella puede influir. De hecho, así lo está haciendo, con ese mantenimiento del tipo de interés tan bajo. Estamos a unos niveles bajísimos, en un claro intento de que los bancos de los países europeos liberen mayor crédito, y de alguna manera, pueda reactivarse la economía. En ese escenario en el que estamos la prima de riesgo tiende a la baja.

Lleva usted 37 años de profesor de Econometría en la Universidad de Málaga. ¿Qué es exactamente?

Si hacemos caso a la etimología, economía en griego es oikos nomos. Si le añadimos medida, tenemos oikos nomos metros, es decir econometría. Se trata de cuantificar las relaciones económicas mediante modelos. Diseñamos un modelo que representa una parcela de la realidad económica, y utilizando formalización matemática e instrumental estadístico determinamos numéricamente las relaciones existentes de esa realidad económica.

Cada vez se alzan más las voces de los que piden que la economía, en primer lugar, debe ser útil para las personas. ¿La econometría lo es?

Totalmente. La econometría está diseñada para facilitar la toma de decisiones, ya sean políticas o empresariales. Siempre partimos de la realidad. Imaginemos que queremos estudiar el paro en Andalucía. Lo que hacemos entonces es analizar a fondo toda la casuística que puede haber detrás de la variable del objetivo, en este caso el paro. Una vez que tenemos muy clara cuál es la situación que de alguna manera condiciona el paro, diseñamos un modelo. Eso nos permite establecer las variables que influyen en la realidad y la forma en que lo hacen. Eso, obviamente, ayuda en la toma de decisiones por parte de las personas que tengan la responsabilidad correspondiente.

¿Se han tomado siempre las decisiones correctas para salir de esta crisis económica?

Estamos en un capitalismo, que es un capitalismo de mercado. Si tú no tienes clientes, no vendes. Pero si yo no tengo dinero, no puedo comprar. En ese sentido, he echado mucho en falta una respuesta fuerte de los países más afectados por las políticas de austeridad. Yo sí creo que España e Italia, apoyados por Francia, hubieran tenido el músculo suficiente para plantarse y decir «hasta aquí hemos llegado». Hubiéramos salido de esta crisis mucho antes.

¿Las diferencias económicas entre países pueden condenar al fracaso el sueño europeo?

Sin la menor duda. El egoísmo es un efecto de las personas en general. Las personas conforman los países, y ese egoísmo se traslada a los países. Después de la debacle financiera, en la que hemos visto que la economía financiera tira de la economía real y es capaz de destrozarla, yo he echado mucho de menos el espíritu de los primeros europeístas, como Jacques Delors. He echado de menos a Europa. Se tenía que haber unido, y los países más fuertes tenían que haber cedido en favor de los países más débiles. Con una Unión Europea en condiciones, esta crisis hubiera sido menos dura.

Ese clima de indignación fomentado por la crisis, parece el caldo de cultivo propicio para la irrupción de nuevas fuerzas políticas. Podemos es el claro ejemplo. ¿Qué piensa usted de sus propuestas a nivel económico?

En toda fuerza política, hay detrás una ideología. Las ideologías obviamente muestran lo que piensan a cerca de la economía, de las relaciones económicas, de las relaciones humanas...Calificar las propuestas de Podemos frente a las propuestas de los partidos tradicionales de este país, nos manifiesta dos ideologías claramente diferenciadas. Algunas de las ideas de Podemos son interesantes. Otras, sin embargo, rayan la utopía. Cuando uno luego se tropieza con la realidad, esas ideas son muy difíciles de llevar a la práctica. Yo no me atrevo a pronosticar qué pasaría si se aplicaran sus propuestas. Para declarar por ejemplo ilegítima la deuda del país, haría falta un consenso amplísimo, casi a nivel de país. Y eso es muy complicado.

España declara ilegítima su deuda mañana. ¿Qué pasaría?

No sabemos lo que pasaría. Yo, en algún momento, cuando he estado más enfadado, me lo he planteado. Nos plantamos y no pagamos. No hay que olvidar que hace años los países del tercer mundo estaban absolutamente endeudados con los países occidentales. Era la deuda externa como deuda eterna. No pagaban, y con los intereses, se hacía una auténtica bola de nieve. Llegó un momento en que los países occidentales se dieron cuenta de que estos países ya no tenían dinero para comprar. El capitalismo es un capitalismo de mercado. Si tú no tienes clientes no vendes. Si no vendes estás fuera.

¿Libre mercado o es necesario algún tipo de intervención?

Aquí tenemos de nuevo un fuerte componente ideológico. El liberalismo extremo, que predicaban Margaret Thatcher y Ronald Reagan, aumenta la exclusión social. Es imposible que se den las mismas oportunidades para todos. Un modelo de mercado con cierta intervención, como defiende Paul Krugmann, es más justo, ya que busca alcanzar el bienestar para una mayoría.

«El trabajo en Málaga es precario, muy sensible a los cambios económicos»

El informe sobre el mercado de trabajo en Málaga está basado en datos extraídos del Observatorio Socioeconómico de la Provincia de Málaga. ¿Qué es exactamente?

El observatorio es una herramienta poderosa que está disponible para todo el mundo. Permite hacer informes de cualquier tipo en determinadas comarcas, gracias a las 3.000 variables que proporciona el observatorio. En este caso, ha sido sobre el mercado del trabajo.

¿Se puede ser optimista?

Moderadamente, sí. Es cierto que ha habido un cambio de tendencia en el último trimestre de 2013 y empiezan a verse lo que los políticos llaman «brotes verdes». Cosa que a nivel provincial se mantiene. Hay que esperar para ver cómo se acaba el año. Pero parece que los datos para 2014 van a ser buenos también.

¿Cuáles son las características del mercado laboral en Málaga?

Para determinarlas con exactitud, haría falta realizar un estudio cualitativo sobre cada sector en concreto. Pero está claro que la estacionalidad es evidente. Luego, es un mercado de trabajo precario, muy sensible a los cambios económicos. Esta precariedad influye en la productividad.

Este nuevo panorama, que dificulta a las personas encontrar cierta estabilidad en su ciudad, ¿ha llegado para quedarse?

Yo creo que la situación que teníamos, por ejemplo hace 20 años, no va a volver. Hay que reeducarse. La movilidad que antes era muy poca, hoy es grandísima. Lo más importante es estar preparado. Más que nunca, la formación del trabajador es fundamental. El empleo en Málaga tendrá futuro si dispone de gente formada. Hoy se aumenta la productividad reduciendo sueldos. Pero el valor añadido te lo da tu capital humano.

@Matias_slb