Uno de los restos que despiertan mayor interés en las aguas de Málaga por su relevancia histórica y proximidad temporal son los del submarino C-3 de la Marina República hundido frente a la costa en 1936 por un buque alemán. Fue un 12 de diciembre de 1936, a las 14.19 horas, cuando navegaba en superficie a cuatro millas de la costa y dos de sus oficiales se encontraban en la torreta y dos marineros en la cubierta. Una fuerte explosión partió el submarino en dos y lo hundió con sus 37 tripulantes a bordo. Sobrevivieron el oficial de derrota y los dos marineros que estaban en cubierta. En los años 90 fue localizado por Antonio Checa mientras pescaba tras observar manchas de gasóleo procedentes del fondo. En 1998, buceadores de la Armada identificaron el sumergible, que conserva su equipamiento. Pese a los intentos de reflotarlo y el interés de los familiares de recuperar los restos de sus seres queridos, el submarino sigue bajo las aguas de la bahía.