Las procesiones de la Semana Santa de 2016 estarán marcadas, de un modo u otro, por las obras del metro bajo la Alameda Principal. Para el año próximo no parece que la afección de los trabajos sea mucha, en tanto que las primeras intervenciones serán los desvíos de canalizaciones e infraestructura de suministro que circulan por el trazado en obras. Pasados los seis primeros meses de trabajo, se iniciará el grueso de las obras.

No obstante, el proyecto contempla parar las obras durante un plazo de 10 días para permitir la celebración de la Semana Santa. Así, el propio presupuesto ya incluye una partida para el desmontaje de los cerramientos de obra, la pavimentación provisional, parada de la maquinaria y de nuevo el montaje de los cerramientos para atender la celebración de las procesiones.

Además, se asegura que el tiempo de afección de la superficie por parte de las obras se ha reducido al mínimo imprescindible, 15 meses de los 33 de plazo de ejecución de todo el proyecto, de forma que sólo afectará a la Semana Santa de un año. De hecho, se ha previsto que todas las pantallas se ejecuten en una única fase de trabajo, con la coincidencia de hasta tres pantalladoras en el tramo para acelerar esta parte del proyecto, que ocupar la superficie de la Alameda.

Por otro lado, el puente de Tetuán, que estará desmontado algo más de un año, tiene alternativas para las cofradías que llegan del otro lado del río, como el puente de la Misericordia o el puente de la Esperanza.

De forma paralela, la Agrupación de Cofradías está estudiando cambiar todo el recorrido oficial aprovechando las obras del metro, ya que no sólo afectarían al paso de los tronos, sino también a las sillas y al paso de personas. Para ello baraja para 2016 la opción de evitar la Alameda con un recorrido oficial que empezara en la plaza de la Constitución, bajara por la calle Larios y subiera por Molina Lario, incluyendo la Catedral dentro de este recorrido alternativo.

La peatonalización será similar a la acometida en Larios

El proyecto de construcción del metro bajo la Alameda incluye la peatonalización de todo el lateral norte, desde la esquina con la calle Manuel José García Caparrós hasta la esquina con la plaza de la Marina. Esta actuación es complementaria al túnel y obligada por la necesidad de construir la estación del metro en medio del actual vial, a la altura de Torregorda.

Esta intervención seguirá los mismos criterios que en la calle Larios, con unos materiales similares con adoquín y losa de caliza ámbar. La elección en el corte dependerá del uso de la superficie, ya que se reservará un carril para el acceso de servicios de emergencia y municipales. El proyecto incluye un carril bici y recolocar los quioscos de flores, para potenciar su presencia en la nueva zona peatonal. El mobiliario público será renovado, con bancos de piedra que siguen el modelo de la calle Larios, pérgolas para dar sombra, aparcabicis y fuentes de agua. M. f. Málaga