La aplicación de los planes PIVE de ayuda a la compra de vehículos aplicados hasta la fecha por el Gobierno han generado un impacto económico de más de 300 millones de euros en Málaga. Según cálculos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), el movimiento propiciado por los seis PIVE en Andalucía ha sido de 1.284 millones de euros. El peso de las matriculaciones de Málaga dentro de la comunidad se sitúa en torno a un 25%, lo que permite determinar el negocio creado a nivel provincial. Se estima además que los PIVE han provocado una recaudación vía impuestos en Andalucía de 447 millones de euros, de los que más del 70% corresponden a IVA e Impuesto e Matriculación.

«Los PIVE están siendo un revulsivo para el mercado andaluz del automóvil. Las matriculaciones aumentan en Andalucía más de un 17%, un punto por encima de la media nacional», comentó la portavoz de Anfac, María de Marco, que recordó que ocho de cada diez operaciones de compra de un vehículo por parte de un particular se deben al Plan PIVE.

Las ayudas, que se descuentan en el precio final, consisten en un dotación de 1.000 euros por cada coche a comprar, tras la entrega de uno viejo para achatarrar -con un mínimo de diez años- por parte del Gobierno, a laque se suma otros 1.000, como mínimo, por parte de las marcas.

«Constituye un elemento base sobre el que se está asentando la recuperación del consumo privado en España y en Andalucía», añadió De Marco, que ve a los PIVE como «dinamizadores de la economía».

La importancia del PIVE es también resaltada por el presidente de la Asociación Malagueña de Automoción (AMA) y director del concesionario Garum Motor, Juan Peña, que confía en cerrar el ejercicio 2014 con un incremento de más del 10% en cuanto a ventas a particulares y empresas y del 5% a nivel general (ya que el canal de rent a car sí permanece más estancado, aunque los concesionarios le restan importancia, porque no lo consideran como indicativo de la evolución del mercado). De momento, y de enero a julio, las ventas de turismos en Málaga acumulan un ascenso del 13%, con casi 13.600 vehículos comercializados. Con esta proyección, el ejercicio de 2014 cerrará en el entorno de las 20.000 operaciones en la provincia. Los fondos del actual plan PIVE en vigor -prorrogado por el Gobierno en junio- durarán hasta el mes de noviembre. Después, se verá.

«El año está siendo muy bueno hasta el momento, con incrementos de más del 15% en el canal de particulares. Pero necesitamos que el Gobierno siga prorrogando el PIVE, algo que todavía no sabemos si ocurrirá», apunta Peña.

Sin embargo, y pese a la recuperación de las matriculaciones, los concesionarios mantienen varias demandas pendientes. La primera, que el plan PRIMA Aire para la renovación del parque de furgonetas y vehículos comerciales también sea reactivado por el Gobierno para reimpulsar las ventas de vehículos por parte de las pequeñas y medianas y empresas.

La segunda petición no está dirigida a la Administración sino a las marcas fabricantes de coches. Peña recuerda que la rentabilidad para la mayoría de los concesionarios -que actúan en una especie de régimen de franquicia de las grandes marcas- es muy baja. «Abusan de nosotros. No ganamos prácticamente dinero vendiendo coches y así es difícil subir el sueldo a nuestros trabajadores o contratar a más personal», comenta el presidente de la AMA, que reclama más margen de beneficio.

En Málaga hay 1.200 empresas de automoción: 100 concesionarios (unos 85 de coches y unos 15 de motos), 700 talleres de reparación y 400 empresas auxiliares del sector. El empleo global asciende a 6.500 trabajadores.