La inminencia de septiembre se percibe a cada paso: los locales comerciales reactivan sus reformas, se ven por la calle grupos de turistas con sus maletas que enfilan el camino hacia la terminal Pablo Ruiz Picasso del Aeropuerto o a la estación María Zambrano para retornar a casa, los profesores lamentan que el lunes se les acaban ya las vacaciones y los padres ultiman las compras para la vuelta al colegio de sus retoños. Pero hay otro signo palpable de que las cosas van volviendo a la normalidad tras la modorra del verano: los quioscos vuelven a estar inundados de los más variopintos coleccionables, esos que todos empezamos en un arrebato de nostalgia, pasión e inconsciencia y que casi nadie consigue finalmente acabar. No es que se trate de ofertas poco atractivas pero el número de entregas suele ser tan kilométrico que uno termina tirando la toalla por puro agotamiento. Eso por no mencionar que una vez pasada la oferta de lanzamiento, lo que parecía una ganga termina, semana a semana, haciendo un poco de pupa al bolsillo. El caso es que la oferta de este año, observada ayer en uno de los quioscos más señeros del Centro Histórico, es tan variada y entrañable como, en algunos casos, un poco extravagante: de las recurrentes antologías de Mortadelo y Filemón a una edición para coleccionistas de la extinta revista Don Mickey (que hizo las delicias de los niños de los 80), pasando por un compilación de maquetas de helicópteros de combate, un coleccionable por entregas para construir tu propio Ford Mustang en miniatura o una recopilación de los cascos del universo Star Wars, con el icónico personaje de Darth Vader como oferta de lanzamiento. Eso por no mencionar un surtido kit semanal de cuidado de uñas, la colección de esmaltes Fashion Nails, el curso de ganchillo y tricot o la enciclopedia por entregas de las setas ibéricas. Ofertas hay para todos los gustos aunque conviene pensárselo dos veces antes de embarcarse en una de estas golosas colecciones que, en algunos casos, puede resultar un poco difícil de encajar en casa. Es el caso de una magnífico coleccionable para montar la maqueta del galeón inglés Sovereign of the Seas, el barco más poderoso del siglo XVII y símbolo de la Armada Real Inglesa. La preciosa reproducción puede tentar al más pintado, aunque les recomiendo que antes tomen medidas de la sala donde la podrían colocar ya que el modelo, que consta nada menos que de 135 entregas, mide más de un metro de largo y casi otro de alto. Total, que pese a experiencias pasadas, seremos muchos los que nos dejemos tentar por alguna de estas colecciones, aunque nos sepamos abocados una vez más al fracaso de culminarla. Y es que dice Dickens, el hombre es un animal de costumbres. Por algo es también el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, como nos recuerda la sabiduría popular.

El último arreón | Las playas de Málaga viven el último arreón del verano antes de que el próximo 10 de septiembre comience el retorno de los más pequeños a la escuela. Las playas bullían ayer de bañistas disfrutando de un mar que era un plato. No es raro que hubiera más gente dentro que fuera del agua.