Más de una vez la Demarcación de Costas ha querido dejar claro que de la parte terrestre del plan de los Baños del Carmen el responsable es el Ayuntamiento de Málaga.

Por este motivo, Astilleros Nereo ha pedido al Consistorio que «nos dejen trabajar en paz, por lo menos hasta 2018», señalaba ayer Alfonso Sánchez-Guitard, uno de los responsables del astillero de Pedregalejo. En 2018 finaliza la concesión administrativa de los astilleros, que compró su padre, Juan Antonio Sánchez Guitard, en 1966 a los astilleros anteriores. Esta zona de Pedregalejo, por cierto, se ha dedicado de forma ininterrumpida a la reparación de barcos como mínimo desde hace unos 120 años, como demuestran unas tempranas fotografías.

Alfonso Sánchez-Guitard ve incomprensible que la prolongación del paseo marítimo de Pedregalejo que conectará con los Baños del Carmen tenga que atravesar, literalmente, la puerta de los astilleros. Y no se lo explica porque a comienzos de los 80 el paseo marítimo de Pedregalejo transcurría por delante del astillero, hasta que los temporales acabaron con este tramo, que nunca fue reparado por el Estado y en el que el Ayuntamiento instaló en 2004 una tubería de Emasa una vez que retiró los restos del paseo. «No entiendo por qué hay que hacer eso si legalmente el paseo marítimo pasa por delante, por la tubería, el Ayuntamiento podía hacer una pequeña modificación para que así el paseo diera un giro y de paso se gana una plaza, que es muy demandada», argumenta Alfonso Sánchez-Guitard.

El responsable del Nereo tiene sobre la mesa la propuesta del Consistorio, que descarta: la mitad de Nereo, la parte sur, se elimina y se traslada continuación, hacia la izquierda, ya en terrenos de los Baños del Carmen.

«Que vote la ciudad»

«Tendríamos el mismo espacio pero lo que pedimos es que lo vote la ciudad, que lo decidan en un pleno, y no por el capricho de alguien de Urbanismo, actuando por inercia. Si la ciudad exige que nos movamos, qué remedio», resume Alfonso Sánchez-Guitard, que también pide que Cultura tenga la última palabra, ya que la actividad que desarrolla Nereo, la carpintería de ribera en Pedregalejo, está protegida por la Junta de Andalucía como Patrimonio Inmaterial por su interés etnológico.

Los astilleros, explica Sánchez-Guitard, continúan proponiendo la construcción de un embarcadero para embarcaciones tradicionales y réplicas históricas con fines turísticos. Sería el caso de la barca fenicia, réplica de la localizada en Mazarrón y datada hace 28 siglos, que ya está calafateada y a la que le falta una última tabla (en la réplica colaboran la Fundación Málaga y el Ayuntamiento de Mazarrón entre otros). También está previsto que para Navidad se completen las 12 cuadernas maestras de la réplica del Galveztown, el bergantín de Bernardo de Gálvez, en el que colaboran las universidades de West y North Florida, así como el Museo Marítimo de San Agustín, Florida.

Precisamente este verano colabora por segundo año en el Galveztown la estudiante de Estudios Marítimos de la Universidad de West Florida Corie Wittekind, que ayer destacaba la «ilusión» del proyecto y mostraba su convencimiento de que «en dos años», el barco de Gálvez podrá navegar por las costas americanas. Por todo ello, los Astilleros Nereo quieren que su futuro se debata en un pleno municipal, para que se escuche el punto de vista de cada grupo político y «la ciudad decida».