La persona que construyó los cimientos de la Málaga moderna, poniendo para ello los intereses de la ciudad por encima de todo. Ese ha sido el mensaje que los representantes institucionales, políticos y de la sociedad malagueña han querido resaltar este viernes en el funeral de Pedro Aparicio, el primer alcalde democrático de la capital, cuyo legado "siempre permanecerá".

Políticos como Manuel Chaves o Trinidad Jiménez, y otros que coincidieron con él en su etapa municipal como Enrique Linde, Andrés García Maldonado o Francisco Oliva; figuras del ámbito de la cultura como Manuel Alcántara o Antonio Soler, y también de la Universidad de Málaga (UMA), han acudido al Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa) para dar un emotivo adiós a Aparicio.

En el interior de la iglesia, su ataúd ha estado custodiado por cuatro policías locales y la música, una de sus pasiones, ha sido protagonista. Así, durante la ceremonia, en la que un agente municipal ha sido el encargado de leer la primera lectura, se han tocado varias piezas, que había dejado seleccionadas el propio Aparicio. Su cuerpo ha sido incinerado y sus restos viajarán a Madrid, cumpliendo de este modo su última voluntad.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha reconocido que la marcha del exregidor socialista "nos deja un vacío". Aparicio recorrió esos primeros años de la democracia "con bastantes más luces que sombras" y "sobre esos cimientos que dejó se sigue avanzando".

"Un gran hombre, una gran persona y un gran alcalde, cuyo recuerdo debe servirnos a todos de estímulo para seguir avanzando en esta ciudad tan maravillosa que es Málaga", ha subrayado emocionado De la Torre, pidiendo que no se olvide su trabajo.

Tampoco ha faltado la persona que le sucedió en el sillón de la Casona del Parque, Celia Villalobos (PP), quien ha dicho de Aparicio que "fue un gran alcalde". "Una persona muy culta, buena, entregada a su trabajo y capaz de buscar consensos", lo que le llevó a "transformar un ayuntamiento franquista en uno democrático".

Villalobos conoció "bastante" a Aparicio en la etapa que ambos compartieron como eurodiputados. "Entonces me invitaba a tomar té y me daba sabios consejos sobre Málaga porque estaba convencido de que yo iba a ser alcaldesa de la ciudad", ha indicado; de hecho, ha recordado que los últimos momentos que el socialista pasó en la Casona del Parque, en junio de 1995, fueron con ella, comunicándole que iba a ser la próxima regidora.

El diputado del PSOE y expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha dicho de Aparicio que "fue un gran alcalde, el primero que se dio cuenta de la gran potencialidad que tenía Málaga, no sólo como una ciudad turística, sino como algo más; se dio cuenta de la potencialidad humana y material que tenía Málaga".

"Tenía carisma y una buena relación de cercanía con la gente y también era un buen amigo; era un gran caballero, sabía hacer y estar y un humor inglés que hacía muy agradable cualquier contacto con él", ha señalado.

Chaves ha recordado "la colaboración muy agradable" que mantuvieron siendo él máximo responsable del Ejecutivo andaluz y Aparicio, del Ayuntamiento. De esa relación salió "una gran amistad".

Por el PSOE, el secretario de Organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, ha puesto en valor la figura de Aparicio, que "abrió un nuevo tiempo en el socialismo y en el municipalismo, del que fue la voz a nivel nacional". "Ha sido todo un referente en Andalucía y en España, una persona buena, honesta y trabajadora, que diseñó una gran ciudad", ha manifestado.

El secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, ha valorado su trabajo, que impulsara numerosos proyectos, pero especialmente el hecho de que "fuera capaz de poner por encima de todo a la ciudad, a la que consiguió colocar en el mapa". "Hoy más que nunca hacemos un gran reconocimiento --ha incidido-- a una gran persona, a un extraordinario alcalde y a un magnífico socialista".

Su homólogo del PP, Elías Bendodo, ha calificado este día de "triste" porque "despedimos al primer alcalde democrático de Málaga". "Puso unos cimientos sólidos para construir el gran proyecto que hoy es Málaga, una ciudad líder en el arco mediterráneo", ha declarado, admitiendo que "le vamos a echar mucho de menos por la gran huella humana y política que dejó".

Por su parte, el coordinador provincial de Izquierda Unida, José Antonio Castro, ha manifestado que Aparicio desempeñó "un papel muy dilatado e importante en la ciudad de Málaga".

En nombre de la Junta de Andalucía, el delegado en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, ha comentado que se trata de "una pérdida personal y también desde el punto de vista institucional y de referencia en la provincia, pero sobre todo en lo relativo al municipalismo español". Ha destacado "su valía, su talante y la forma en que encaró sus mandatos, con una visión de justicia y de igualdad".

El consejero andaluz de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, ha indicado, por su parte, que Aparicio "puso a Málaga en la modernidad, en el siglo XX". Todo ello hace, a su juicio, que "la deuda que tenemos los malagueños con Pedro es impagable".

El subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, que coincidió con Aparicio en su etapa de eurodiputado, ha resaltado del exalcalde que "era un gran conversador, un fino intelectual", en suma, "una gran persona" y, "pese a nuestras distancias políticas, coincidíamos en muchas cosas porque era muy fácil coincidir con él debido a su talante y a su forma de ser".

De su gestión, el subdelegado ha hecho hincapié en que "ha dejado un legado muy importante para la ciudad en una etapa en la que hizo muchas cosas, que ahí están". Y ha valorado, de igual modo, el "amor" que tenía a Málaga.

El que fuera secretario general del PSOE malagueño José Asenjo ha definido a Aparicio como "un alcalde muy singular y muy querido, con una personalidad muy atractiva; un gran líder". "Transformó una ciudad que estaba especialmente castigada, sentando las bases para su desarrollo posterior", ha afirmado.

Pero sobre todo era un alcalde que "ponía la ciudad por encima de todo", según Asenjo. "Tenía un sentido muy alto de la institución y se enfrentó en numerosas ocasiones con ministros y consejeros que eran de su partido", ha asegurado.

También de su etapa en el Ayuntamiento, Antonio Cordero, que ya conocía a Aparicio al haber coincidido en el entonces Hospital Carlos Haya, ha señalado que, siendo él portavoz del PP en la oposición, "nos respetábamos como personas y cargos". "Fue un hombre que hizo muchas cosas por Málaga y fue una persona muy coherente", ha afirmado.

La actual portavoz del PSOE en el Consistorio, María Gámez, ha dicho de Aparicio que fue "una de las personas que con más claridad vislumbró el potencial de la ciudad y sus condiciones de liderazgo en el sur de Europa".

El portavoz municipal de IU, Eduardo Zorrilla, ha lamentado que "se nos haya ido el primer alcalde de esta etapa democrática". Y es que "fue siempre un hombre de diálogo y de consenso, bajo cuyo mandato se llevó a cabo la necesaria modernización de la ciudad".

Su amigo el poeta y columnista Manuel Alcántara, muy afectado, ha recordado cómo en estos últimos días habían coincidido y cómo iban a quedar para almorzar; sin embargo, "la muerte de pronto no deja espacio para nuestros proyectos, todo se acaba". Ha querido trasladar un refrán "terrible" mexicano: "si quieres hacer reír a Dios, haz proyectos porque los proyectos se quedan en nada".

Entre los asistentes, el arquitecto Salvador Moreno Peralta, ha subrayado, igualmente, que Aparicio sentara las bases para pasar de "una ciudad mediocre a otra verdaderamente importante; construyó los cimientos de la Málaga moderna".