­El Ayuntamiento es plenamente consciente de que existe un serio problema de convivencia entre los vecinos del Centro y los empresarios de la hostelería que desarrollan su actividad en sus calles y plazas. Pero se trata, a juicio del portavoz del equipo de gobierno del PP, Mario Cortés, de una situación que no puede resolverse con la «estricta aplicación de la normativa», ni «endureciendo las sanciones», ni «poniendo un policía en cada terraza para comprobar cuál de ellas sobrepasa el espacio autorizado». Desde su punto de vista, es necesario fomentar el diálogo entre las partes involucradas para alcanzar un consenso.

Por este motivo, ayer anunció que la junta de Gobierno Local ha aprobado, en primer lugar, convocar una reunión con los empresarios para instarles a cumplir la normativa existente, «pero será un aviso positivo». Si los que incumplen mantienen su actitud, se les llamará a una segunda reunión para «evidenciarles su incumplimiento». «Y en el caso de que persistieran en su actitud, ya se tomarían acciones más contundentes, como de hecho ya se ha hecho», explicó Cortés, quien sin embargo se mostró contrario a tomar este tipo de medidas, «que en realidad no sirven más que para que el Ayuntamiento pueda ingresar más dinero por multas».

Por este motivo, apuesta por sentar a las partes afectas, vecinos y empresarios, «que hasta ahora se han venido reuniendo por separado», en un foro común con la intención de llegar a acuerdos que beneficien a todos. «Sería temerario ver sólo una parte del problema», señaló el portavoz del PP, quien, sin embargo, estima que es necesario que los hosteleros «empaticen» con la situación de los vecinos.

En todo caso, Cortés recordó igualmente que hay que hacer compatibles el derecho al descanso de los residentes del Centro con el empuje comercial y económico que proporcionan los empresarios a la zona. «La ordenanza permite la sanción, pero queremos que sea la última vía. Este tipo de problemas de convivencia se soluciona con diálogo», insistió el concejal, que apuesta por consensuar nuevas medidas ante este escenario «en el que se están radicalizando las posturas».

Desde su punto de vista, el Ayuntamiento no puede posicionarse a favor de los vecinos frente a los empresarios, «como hacen otros partidos», según dijo, «porque haríamos un daño irreparable a uno de los sectores productivos más importantes» de la ciudad. Por eso aboga por reunir a todas las partes en una reunión «más seria» que sirva para propiciar una deseable convivencia, aunque admite las dificultades.

La concejal del distrito Centro, Gemma del Corral, insistió en esta idea y recalcó que el Ayuntamiento es consciente del problema. Pero señaló que la negociación con los vecinos es «diaria» y que gracias a su «presión» han conseguido muchas cosas, entre las que citó la creación de zonas acústicamente saturadas, la recogida de basuras puerta a puerta, los nuevos itinerarios de acceso de vehículos al Centro, o las modificaciones de horarios y zonas de carga y descarga.

Sobre la posibilidad de limitar la apertura de nuevos establecimientos de hostelería en la zona, como ya de hecho ha propuesto el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), Mario Cortés señaló que es necesario, en todo caso, llevar a cabo un estudio «calle a calle» y puso como ejemplos la calle Comedias, «donde el 60% de los establecimientos son bares de copas que cumplen la normativa de ruidos al estar acústicamente acondicionados», según recordó Del Corral; o la calle Sánchez Pastor, donde prácticamente no hay lugar para instalar una terraza más.

Por eso, desde su punto de vista, no se trata de limitar, sino de «equilibrar» para poder potenciar esta actividad dinamizadora en entornos que lo requieran.