La Asociación de Mujeres Operadas de Cáncer de Mama en Málaga (Asamma) ha alcanzado su reto: los oncólogos del Materno y el Hospital Clínico prescriben desde hace unos meses el test genómico que sirve para determinar si una mujer diagnosticada con cáncer de mama puede beneficiarse o no de la quimioterapia. Aunque los dos hospitales de la capital están llevando a cabo la prueba, con un coste de entre 1.500 y 3.200 euros, la prescripción es estrictamente clínica y siempre bajo la supervisión de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Oncología, gestionada por Emilio Alba.

Hasta la fecha, sólo tres pacientes se han beneficiado de la prueba, que está indicada para una cifra muy reducida de pacientes que pueden «librarse» de la quimioterapia. El tumor ha de ser pequeño -no más de cinco centímetros- localizado y que los ganglios no estén afectados por la enfermedad.

Asamma comenzó a reivindicar la realización de esta prueba el pasado mes de mayo, cuando empezó a recoger firmas para que la Consejería de Salud de Igualdad, Salud y Políticas Sociales la incluyese en la cartera de servicios. Incluso elevó la recogida de firmas a la plataforma change.org a través de la petición: «Implantar el test genómico PAM50, ONCOTYPE o MAMAPRINT para discernir si hace falta aplicar quimioterapia según el cáncer de mama de la paciente».

Y es que, estos test además de dirimir si la paciente es susceptible o no de recibir quimioterapia -un tratamiento muy agresivo y en sólo algunos casos, innecesario- determina si una mujer diagnosticada con cáncer de mama tiene un riesgo de recurrencia alto, intermedio o bajo de que el cáncer vuelva a aparecer.

Ayer, las voluntarias de la asociación acudieron a la Delegación de Salud en Málaga para presentar al delegado del ramo, Daniel Pérez, la firma número 5.000. La presidenta de Asamma, Paqui Aguilar, reconoció que no van a parar hasta conseguir que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) lo incluya en su cartera de servicios.

No obstante, recuerda que no todas las mujeres con cáncer de mama son candidatas a hacérselo. «Sólo se lo pueden hacer aquellas que tienen un tumor muy pequeño y en cuyo caso los médicos tengan dudas de si es necesario poner quimioterapia o no», explica Aguilar, que cuenta que han calculado que se beneficiará alrededor de un 20% de las pacientes. «Hay tumores que sólo necesitan radioterapia o nada, porque están muy pequeños o porque sólo con extirparlo es suficiente».

Hasta junio, de pago Desde Asamma, sólo quieren que todas las mujeres tengan la oportunidad de acceder al tratamiento en caso de ser candidatas. Critican que en comunidades autónomas como en Madrid o el País Vasco sea gratuito y que en otras como Cataluña se sufrague mediante copago. En Málaga, hasta junio, había que pagarlo de manera privada.

Las autoridades sanitarias tomaron la decisión de incluir la plataforma genómica -incluye cuatro tipos- tras evaluar la reivindicación de Asamma. El propio delegado de Salud reconoció ayer a este periódico que aunque sólo se han hecho tres test desde entonces, han sido las estipuladas por los oncólogos y bajo criterio clínico. «Sólo sirve a casos muy concretos», apuntó Daniel Pérez, que recordó que las pruebas seleccionan 21 genes para ver la recurrencia del tumor. No obstante, apuntó a que la Junta de Andalucía aún espera la decisión de la Agencia de Evaluación Tecnológica para incluirla de manera definitiva en el protocolo oncológico del SAS.

Aunque de momento lo solicitan los oncólogos del Materno -Carlos Haya- y el Clínico, apuntó a que las pacientes con un diagnóstico de cáncer de mama de otro centro sanitario de la provincia también pueden optar a la prueba en caso de cumplir los requisitos clínicos.