­El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, prevé que el pliego de condiciones que regirá el concurso público para la construcción y gestión del nuevo inmueble en la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria esté listo «en muy pocas semanas», tal y como adelantó La Opinión de Málaga, de modo que la recepción de ofertas pueda abrirse antes de final de año.

El regidor reiteró ayer que el pliego de condiciones será «bastante abierto», contemplando «un componente cultural significativo» -de hecho, es conditio sine qua non destinar la primera planta a la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, precisó-, y también «algo que sea interesante para potenciar turísticamente la vida de la ciudad».

Y es que, tal y como ha hecho hincapié, esta manzana se sitúa junto a la céntrica plaza de la Merced, cerca de la Casa Natal de Picasso y junto a la calle Alcazabilla y la Alcazaba. «Es un espacio muy singular de Málaga y de su historia», apostilló.

Elecciones municipales

De la Torre desvinculó la concreción de una solución para el antiguo cine del Astoria y Victoria de la celebración de las elecciones municipales, previstas en mayo de 2015: «Si buenamente está, bien, y si no, no pasa nada».

El regidor malagueño apuntó, en este sentido, que lo importante es «estudiar muy bien las características de las ofertas si hay más de una», que, según especificó, «normalmente procuramos que las haya».

De hecho, ante la posibilidad de que este proyecto haya despertado el interés de varios empresarios, entre ellos representantes del actor malagueño Antonio Banderas, De la Torre no quiso pronunciarse más allá de considerar que es algo «positivo».

A su juicio, «es normal que genere interés por la situación estratégica de la parcela», añadiendo que «me parece bien que personas de solvencia y que quieren a Málaga reflexionen sobre cómo poder presentar una oferta que sea atractiva e interesante».

Tras la compra hace cuatro años por parte del Ayuntamiento de estos edificios por cerca de 21 millones de euros, su futuro destino viene demorándose ante la falta de recursos públicos y la consecuente búsqueda de un privado que cumpla los requisitos impuestos por la Administración local, pero que al mismo tiempo pueda obtener un beneficio de esta operación. Para ello ha sido necesario ampliar los usos y contemplar los lucrativos.

La concesionaria que se haga con el concurso deberá derribar el actual edificio y construir uno nuevo, que tendrá que encajar con el entorno y rebajar la altura máxima del actual. A cambio se le permitirá una actividad económica para asegurar su viabilidad.